El senador Gustavo Petro, quien lidera todas las encuestas de intención de voto para los comicios de mayo en Colombia, no para de sumarle millas a su sueño presidencial. Esta última semana se reunió en Madrid con el expresidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, mientras que 24 horas antes había hecho lo propio con el papa Francisco en el Vaticano. El precandidato presidencial colombiano ya había encarado una apretada gira por España, que incluyó un encuentro con el presidente Pedro Sánchez. Además es uno de los pocos políticos de Colombia que fue invitado al acto de posesión de Gabriel Boric en Chile y refuerza su vínculo con el prestigioso economista francés Thomas Piketty, acaso delineando el rumbo de su hipotético gobierno.
La recorrida internacional de Petro está marcando la agenda electoral del país sudamericano e incluso levantó insólitas críticas del presidente Iván Duque, quien llegó a pedirle al senador de izquierda que aproveche su visita al Vaticano para "confesar sus pecados". En diálogo con Página/12 Yann Basset, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, sostuvo que "por más que esté encabezando las encuestas en este momento de la campaña, Petro es también un candidato que tiene alto nivel de imagen negativa, algo que él sabe muy bien y que trata de revertir de cierto modo en esta gira". Basset sostiene que Petro "ha tratado de acercarse a sectores de de los cuales estaba relativamente alejado para demostrar credibilidad ante los empresarios en particular, pero también ante sectores políticos tradicionales y religiosos", buscando de alguna forma "suavizar" su imagen.
Reuniones con Zapatero y Francisco
Petro y Zapatero conversaron días atrás sobre temas relacionados con la igualdad social y de género, además de la búsqueda del final del conflicto armado, según informó en un comunicado el equipo del senador. La agenda del senador continuó este fin de semana junto a un grupo de empresarios del sector ferroviario y de las energías renovables interesados en invertir en Colombia. El domingo volvió a su tierra natal para participar de un acto en el departamento de Boyacá, aunque su recorrida por Europa sumaría nuevos destinos en las próximas horas.
La visita de Petro a España fue la segunda en menos de un mes. El 10 de enero había sido recibido por las principales fuerzas izquierdistas españolas. Allí planteó un pacto entre el empresariado, el Estado y los trabajadores para garantizar la estabilidad laboral, en un guiño a los sectores más concentrados de la economía colombiana que no terminan de digerirlo. "La visita al papa dentro de esta gira internacional prorroga un poco esta estrategia de tratar de mostrar a la opinión pública del país que él no es un peligro para los católicos", agrega Basset. El propio Petro realizó declaraciones en esa misma línea al diario El Mundo de España: "No voy a quemar iglesias ni tampoco expropiar bancos. Son 'fake news'".
La buena relación con Piketty
Una semana atrás, Petro publicó en sus redes sociales una foto con el economista francés Thomas Piketty, quien se encontraba de visita en Colombia. El exalcalde de Bogotá sostuvo que Piketty asesorará a su eventual gobierno "en la búsqueda de la producción y la equidad" y para instalar "una escuela de pensamiento económico en América latina".
Petro, quien se manifestó a favor de cobrar más impuestos a las personas de mayores ingresos, sostiene desde hace tiempo que las ideas de Piketty sobre la necesidad de combatir la desigualdad lo han influenciado. Se trata de un mensaje certero para la población colombiana que va en línea con su oposición a la fallida y regresiva reforma tributaria de Duque, que motivó duras protestas el año pasado dejando un saldo de 79 muertos, de acuerdo a la ONG Indepaz.
Tejer alianzas moderando el discurso
Petro, que en su juventud integró la organización guerrillera M-19, es precandidato a la presidencia por la coalición de partidos y movimientos progresistas llamado Pacto Histórico. Su gira internacional tiene como meta tratar de mostrarse ante el mundo como un dirigente más "creíble" o "responsable" aunque sin renunciar a las banderas de izquierda, de acuerdo a Basset.
"Ahorita no es tanto el problema de su pasado como guerrillero, sino evitar esta imagen de partidario del modelo venezolano, algo con lo que a la derecha ha tratado de pegarle desde la pasada campaña electoral de manera bastante exitosa. Él lo sabe y está tratando de hacer una especie de control de daño preventivo", advierte el politólogo de la Universidad del Rosario.
En una reciente entrevista con la revista Semana, Petro fue muy duro con el gobierno venezolano al asegurar que "la imagen de Maduro no es la de un líder de izquierda, es un integrante muy conservador de las facciones más regresivas de la política mundial que están tratando de defender que el mundo permanezca en una economía fósil".
Petro fue invitado a la toma de posesión de Boric el 11 de marzo en Chile, un espejo en el que el precandidato del Pacto Histórico prefiere reflejarse, lejos de experiencias como las de Venezuela o Nicaragua. "Con Chile habría una alianza estratégica para revitalizar y volver muy poderoso lo que fue una idea buena, que dejaron morir, que es un mercado común en todo el territorio andino", sostuvo el senador colombiano en ese sentido.
En un país conservador en el que la izquierda nunca ha llegado a la casa de gobierno, Petro es el aspirante mejor posicionado para capitalizar el descontento social surgido de la ola de protestas del año pasado. La primera vuelta de las elecciones presidenciales, para la que aún hay una veintena de candidatos y precandidatos de todas las banderías políticas, tendrá lugar el próximo 29 de mayo.