El canciller de Chile, Andrés Allamand, renunció a su cargo este domingo en medio de la polémica generada por un reciente viaje suyo a España relacionado con un cargo internacional para el que fue designado, mientras el país atraviesa una crisis migratoria en la frontera norte. La salida de Allamand, acusado por la oposición de "abandonar sus deberes", se produce a un mes del fin del mandato de Sebastián Piñera y de la asunción presidencial de Gabriel Boric.
Su viaje a España, apuntó el mismo Allamand en rueda de prensa, originó "una serie de críticas que afectan al gobierno y de paso, pretenden desacreditar el trabajo de la Cancillería". El hasta ahora ministro de Relaciones Exteriores aseguró que "tales críticas no sólo han distorsionado las actividades que ha realizado en el extranjero sino que han contribuido a tensionar inconvenientemente el clima político".
En su discurso de despedida, Allamand también explicó que se trata del "cierre definitivo de mi larga vida en la política nacional". Abogado de 65 años, fue parte de los dirigentes que en 1987 fundaron Renovación Nacional (RN), el partido de derecha de Piñera, del que fue presidente entre 1990 y 1996. Además, fue diputado (1994-98), senador (2006-11 y 2014-20) y ministro de Defensa en 2011-12, durante el primer mandato de Piñera. Estaba a cargo de la diplomacia chilena desde julio de 2020.
El viaje de Allamand levantó críticas en Chile por su ausencia en medio de las protestas de pobladores de las ciudades de Iquique y Arica contra la masiva presencia de inmigrantes, en su mayoría venezolanos, quienes cruzan por pasos clandestinos desde Bolivia y Perú sorteando el escaso control limítrofe. Algunos manifestantes atacaron campamentos de inmigrantes a quienes acusaron por el aumento de la delincuencia en esas zonas. La ONU calificó estas protestas de "actos de discriminación y xenofobia".
Los primeros cuestionamientos de la oposición surgieron luego de conocerse la reunión que Allamand sostuvo el jueves pasado en Madrid en calidad de secretario general iberoamericano electo con el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Gobierno de España, José Manuel Albares. Según informaron desde el gobierno, asumirá en subrogancia, a poco más de un mes del fin del periodo presidencial de Piñera, la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Valdivia.
"Considero extraordinariamente grave la ausencia del ministro de Relaciones Exteriores para abordar la crisis migratoria", dijo el diputado opositor Jaime Naranjo. "¿Cómo es posible que un ministro de Relaciones Exteriores, que tiene como deber principal velar por los intereses del Estado, esté trabajando en Madrid en un organismo internacional?", se preguntó en redes sociales el congresista Iván Flores.
El viernes, representantes de los gobiernos de Chile y Bolivia resolvieron implementar mesas de trabajo para buscar soluciones a la trata de personas y tráfico ilícito de migrantes y al contrabando que ocurre en el inhóspito altiplano donde se encuentra la frontera entre ambos países. En el encuentro no participó Allamand.
"Ante la renuncia de exministro Allamand, ratifico que trabajaremos por una Cancillería presente, de cara a problemas de la ciudadanía. La defensa de los intereses de Chile en el mundo exige atención exclusiva", dijo en redes sociales Antonia Urrejola, quien será la canciller en el inicio del gobierno de Boric. Según el Departamento de Extranjería y Migración, en Chile hay 1,4 millones de migrantes, lo que equivale a más del siete por ciento de la población, y los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos.