El expresidente José María Figueres (1994-1998), candidato por el Partido Liberación Nacional (PLN), fue el ganador de la primera vuelta de las elecciones en Costa Rica.
Con el 72% de los votos escrutados, resta confirmar quién lo acompañará en la segunda vuelta. Rodrigo Chávez del partido Progreso Social Democrático aventaja por 21 mil votos al predicador evangélico Fabricio Alvarado (Nueva República). Chávez se proclamó esta noche como el candidato que competirá con Figueres el 3 de abril.
A última hora de este domingo, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) informó de que Figueres obtiene el 27,2 % de los votos, Chávez el 16,6%, y Alvarado el 15,1%.
El abstencionismo se ubica en el 40%, el más alto de todas las elecciones celebradas en el país desde 1953, según datos históricos del TSE.
Este lunes, el TSE terminará de divulgar los resultados preliminares y a partir del próximo martes comenzará el escrutinio definitivo de votos.
Dignidad para las Mujeres
Figueres destacó el resultado de la elección en un discurso ante un grupo de militantes: “Ganamos esta primera ronda por un robusto margen y eso también nos da una enorme responsabilidad”
Afirmó que están a “un paso de empezar el rescate y la transformación” del país.
“En Liberación Nacional, tienen las puertas abiertas otras opciones políticas porque queremos contar con ustedes para que nos ayuden a reformar este país que tanto queremos”, dijo.
Además, sostuvo que vigilará el respeto a las mujeres. "Volveremos a tener gobierno, con dignidad para las mujeres. No se ocultarán con juegos de palabras el irrespeto a la integridad de las mujeres". De esta manera aludió a la situación de Rodrigo Chávez, quien ha sido acusado de acoso sexual.
Chávez dijo que estarán en la segunda ronda. “El partido nuevo, el más joven de esta campaña, estará en segunda ronda, pero vamos a dejar atrás el conflicto, la confrontación estéril y nos aboquemos juntos al diálogo y al debate de ideas para crear los consensos indispensables” para el país, afirmó el dirigente.
En tanto, Fabricio Alvarado, dijo que "hay que esperar y seguir ilusionado".
Parlamento
La elección de este domingo marca un descalabro del partido de gobierno, Acción Ciudadana, quedándose sin representantes en la Asamblea Nacional, cuando en la elección anterior obtuvo nueve lugares.
Con los resultados provisorios, el Partido Liberación Nacional tendría 18 bancas, Unidad Social Cristiana 12, Progreso Social Democrático 9, Nueva República 7, Liberal Progresista 6 y Frente Amplio 5 (obtuvo cuatro bancas más que en la elección anterior). Los partidos progreso Social Democrático, Nueva República y Liberal Progresista no tenían representantes en la asamblea electa en 2018.
Cómo fue la elección
Costa Rica votó este domingo para elegir a un nuevo presidente para afrontar la crisis económica que golpea a una de las democracias más estables de América latina. En estos comicios también se elegían a los 57 diputados del Parlamento. Las autoridades electorales destacaron una concurrencia masiva a las urnas, pese a que la campaña se caracterizó por el poco entusiasmo ciudadano.
Como se esperaba, ningún candidato alcanzaba el 40 por ciento necesario para evitar el ballotage.
Figueres, quien lideraba las encuestas, fue de los primeros candidatos en emitir su voto en el pueblo de La Lucha, una zona rural al sudoeste de la capital San José. "Este país tiene un millón y medio de personas viviendo en pobreza y medio millón en pobreza extrema. Esas cosas nunca las habíamos vivido en esa magnitud en este país", sostuvo el candidato de centroizquierda.
La clave de los principales candidatos pasaba por lograr seducir a la masa de indecisos que marcaron las encuestas. Los estudios de opinión pública del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica mostraron que los indecisos estaban por encima del 30 por ciento. En Costa Rica el voto es obligatorio, pero no hay sanciones por no emitirlo.
Conocido por ser el primer país de Latinoamérica en el ranking global de felicidad 2018-2020, la alegría de los habitantes de Costa Rica se ve opacada por una severa crisis financiera y social. El desempleo del 14,4 por ciento, la pobreza del 23 por ciento y una economía con una deuda pública equivalente al 70 por ciento del PBI encendieron las alarmas del pueblo tico. La situación se agravó con la pandemia de coronavirus, que golpeó duramente al turismo, uno de sus principales motores.