Hace cuatro años, el canadiense Max Parrot se paraba en el podio olímpico de Pyeongchang con un sabor agridulce. Máximo favorito al título y el mejor de la fase de clasificación en snowboard slopestyle, el segundo puesto final detrás del sorprendente estadounidense de 17 años Redmond Gerard tenía gusto a poco. Por eso, su cabeza y su revancha ya estaban puestas en Beijing 2022, donde este lunes, a los 27 años, por fin se dio el gusto de pararse en lo más alto del podio.

Max Parrot superó el cáncer 

Sin embargo, la emoción de Parrot en la ceremonia de premiación no pasaba tanto por el ansiado oro olímpico, sino por todo lo que había sucedido entre aquella frustración de Pyeongchang y esta alegría en China. Es que el canadiense, toda una leyenda de la especialidad, con siete títulos en los X Games, superó un cáncer durante el ciclo olímpico que, según confesó, lo dejó al "cero por ciento" durante el tratamiento


Unos meses después de la experiencia surcoreana, cerca de la navidad de 2018, Parrot fue diagnosticado de un cáncer en el sistema linfático, que forma parte del sistema inmunitario, denominado Linfoma de Hodgkin. Por ese motivo, afrontó un tratamiento muy invasivo, con sesiones de quimioterapia que lo alejaron totalmente del deporte durante seis meses. A principios de julio de 2019, el canadiense anunció que había superado la enfermedad y dos meses después de su última sesión de quimio ganó la prueba snowboard Big Air en los X Games en Oslo.

De la oscuridad a un oro olímpico en Beijing 2022

"Han pasado muchas cosas en los últimos cuatro años, desde mis últimos Juegos. Hace tres años, en este mismo momento, estaba en una cama del hospital tumbado para someterme a 12 minutos de quimioterapia y sin ningún tipo de energía. No tenía músculos ni cardio. Estaba básicamente viviendo una pesadilla", recordó Parrot en declaraciones al sitio oficial de Beijing 2022 sobre aquellos momentos oscuros de su vida y su carrera.

"Estar aquí tres años después es algo maravilloso. ¡Estoy aquí, dedicándome a mi pasión! Hoy he realizado la mejor ronda de toda mi carrera. Y, por encima de eso, he ganado una medalla. Parece irreal", destacó el canadiense, ya convertido en un ejemplo de resiliencia y fuerza de voluntad. El snowboard slopestyle se desarrolla en una pista especialmente acondicionada con obstáculos, donde los riders deben descender haciendo piruetas y trucos, que tienen determinados grados de dificultad y, de acuerdo a su ejecución, reciben la puntuación de los jueces.

Para llegar a la medalla dorada, Parrot debió batallar con el prodigio local Su Yiming, de tan solo 17 años, que se anotó con una bajada de 88,70 puntos y lo puso en serios aprietos. Sin embargo, el canadiense metió una segunda serie de 90,96 puntos que lo catapultó hacia el triunfo. El podio lo completó Mark McMorris, otro canadiense, que sumó 88,53 puntos y postergó al cuarto lugar a Gerard, el campeón cuatro años antes. Lo cierto es que Parrot ya había ganado su medalla dorada tres años antes, más allá de que este lunes se la terminó colgando en el cuello.