El comienzo del ciclo lectivo se avecina y las autoridades de las diferentes jurisdicciones presentan los protocolos que regirán en las escuelas. El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y su ministra de Educación, Soledad Acuña, comunicaron que, de cara al inicio el 21 de febrero, ya no habrá aislamientos por contactos estrechos ni tampoco se empleará el sistema de burbujas. Además, informaron que para el ingreso a los establecimientos y las aulas no solicitarán el pase sanitario. La única medida que seguirá vigente será el uso del barbijo para los alumnos a partir de 4to grado y siempre que se encuentren en espacios cerrados.
“A partir de ahora no hay más protocolos. Podemos volver a la escuela que conocíamos, devolverle a los chicos el espacio que transitaron”, comentó Acuña. Y agregó: “No hay más palabras raras”. A su turno, Rodríguez Larreta dijo: “Vamos a eliminar el sistema de burbujas. Hasta diciembre cada aula funcionaba como una burbuja que no tenía contacto con las demás, eso vuelve a la normalidad. Todos los espacios de interacción van a ser libres”. Con sus definiciones, las autoridades porteñas se adelantaron al encuentro que el jueves tendrán junto a todos los miembros del Consejo Federal de Salud (Cofesa) y del Consejo Federal de Educación (CFE).
Un anuncio para la tribuna
“Entiendo que los dichos de Acuña no contribuyen, pero prefiero pensarlo por la positiva, por lo que nosotros hacemos. Esta semana tendremos la reunión con la idea de establecer un consenso con respecto a los protocolos y lineamientos a implementar este año. El principio para 2022 es ir por la presencialidad plena, cuidada y con vacunas”, señala Alberto Sileoni, director General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires. Desde la cartera sanitaria bonaerense apuntaron que “CABA divulgó antes una decisión que ya está tomada desde hace tiempo".
A partir de las palabras de Rodríguez Larreta y Acuña se deslizó una idea que, desde la perspectiva de algunos especialistas consultados por este diario, puede ser peligrosa: la ministra deja entrever que la pandemia es “cosa del pasado” y que Argentina ya está lista para volver a una “normalidad” prepandemia, cuando la meseta de casos todavía es alta. De hecho, la media de casos de la semana pasada fue de 37.500.
Protocolos hay para todo
“La manifestación que apunta a dejar de utilizar términos raros como ‘protocolo’ es penosa. Es solo para la tribuna, para mostrar que en CABA no hay restricciones y que ya no hay que tener ningún cuidado. Además es falso, todas las instituciones públicas poseen protocolos de acción; lo mismo en los colegios, sobre todo, por un tema de higiene y seguridad”, advierte Jorge Aliaga, físico y analista de datos. “En la práctica, lo que hizo el gobierno porteño es determinar de manera unívoca sin esperar a que se reúna el Consejo Federal y acuerde. Lo hicieron a propósito, se adelantaron porque están en desacuerdo con las pautas de cuidado. Me refiero a la ventilación y la calidad de los barbijos que se empleen”, sostiene el secretario de Planeamiento de la Universidad Nacional de Hurlingham, uno de los investigadores que desde Argentina más promovió la ventilación cruzada y la puesta en funcionamiento de los medidores de CO2 en las aulas para medir la calidad del aire.
De esta manera, cada familia elegirá en qué momento inmunizar a sus hijos, todos los espacios de interacción serán de libre circulación (por lo que los recreos serán compartidos nuevamente); al tiempo que solo se aislará el caso positivo y las medidas que el año pasado eran obligatorias, para este 2022 serán “recomendaciones”.
“La escuela es un derecho, pero se debe garantizar la seguridad de toda la comunidad; que los chicos hagan sus actividades y que puedan aprender en un marco saludable. También es un derecho la vacunación, me parece que justamente allí reside una de las claves: hay que promoverla y mantener todas las medidas que se puedan”, plantea Soledad Gori, investigadora Conicet, especializada en Inmunología y miembro del colectivo Ciencia Nuestra.
Los dichos desafortunados de Acuña son consecuentes con otras apariciones mediáticas que protagonizó la titular de Educación. Semanas atrás, también fue noticia al referir que los chicos y chicas que habían dejado la escuela durante la pandemia “seguramente ya estaban perdidos en un pasillo de una villa”.
La postura de Nación y PBA
Con sus declaraciones, que invitan a pensar que la pandemia ya terminó, Acuña diferenció, una vez más, la política porteña de la que busca impulsar Nación. De acuerdo a lo resuelto por el Consejo Federal de Salud, existen seis pilares que se relacionan con la creación de un aula segura. “La tendencia es no suspender las clases ni los cursos”, sostienen desde la cartera que administra Carla Vizzotti, a partir de garantizar la asistencia cuidada, la vacunación, el uso de barbijo, la ventilación, la higiene y limpieza, y la distancia.
“Lo que hace Acuña es comunicar algo que ya está decidido. Esta semana se desarrollarán encuentros del Cofesa y Cofedu. Buscan innovar y generar ruido con algo que ya fue consensuado desde hace meses”, confirmaron fuentes de la cartera sanitaria bonaerense a Página/12. Y agregaron: “La principal diferencia será con los barbijos: nosotros creemos que deberán utilizarlos todos los alumnos desde primer grado y no a partir de cuarto”.
Para Aliaga, así como también para otros especialistas como el biólogo molecular Ernesto Resnik y la socióloga del Conicet Sol Minoldo, un eje radica en el acceso a barbijos de calidad. “A todos aquellos que tienen barbijos de mala calidad, el Estado le debería dar uno mejor”. Y luego recomienda: “Como mínimo debe ser tricapa y, en lo ideal, N95 o KN95. Otro cosa que CABA no hizo fue poner a disposición de todos los colegios medidores de CO2”.
Escuelas a punto en Provincia de Buenos Aires
En contraposición a la postura de CABA, la provincia de Buenos Aires anunció la realización de una inversión para poner a punto las escuelas de cara al comienzo del ciclo 2022. Enviará a los Consejos Escolares más de 3 mil millones de pesos que serán destinados a la provisión de elementos de higiene, limpieza y desinfección; agua envasada para consumo; reposición de vidrios, luces y matafuegos; arreglos menores de baños, electricidad o gas; utensilios de cocina y comedor; pintura; limpieza de tanques, corte de pasto y otras tareas de mantenimiento. Se trata de una “inversión inédita”, una condición necesaria para garantizar el inicio de clases en tiempo y forma en todas las escuelas del territorio bonaerense.
“Nuestra Provincia representa el 40 por ciento del sistema educativo nacional. Ha hecho un enorme esfuerzo por incluir a los estudiantes que dejaron y tendremos que redoblar esfuerzos porque hay algunos que están afuera. El 2 de marzo, para nosotros, será un día de fiesta”, subraya Sileoni.
Vacunar, lo más importante
“El riesgo de infección es mucho más alto con Ómicron, por eso, lo más lógico y coherente sería incentivar la vacunación pediátrica y adolescente. Eso es lo primero que se debería hacer, porque juntos constituyen el grupo etario en el que menos ha avanzado la campaña de vacunación. Luego, si existe una alta transmisión en la comunidad habría que establecer estrategias específicas para cada grupo con el objetivo de disminuir el contagio dentro de cada escuela”, comenta Gori. Y completa: “Hay muchísimos trabajos que evidencian que los niños, niñas y adolescentes se pueden contagiar. Si bien tienden a tener síntomas más leves o ser asintomáticos, se enferman y contagian igualmente. Son vectores como cualquiera de nosotros. Eso ha constituido una desinformación brutal a lo largo de toda la pandemia”.
A la fecha, el 89 por ciento de los adolescentes de entre 12 y 17 años inició su esquema de vacunación y el 72 por ciento lo completó. En paralelo, mientras que el 74 por ciento de las niñas y niños de entre 3 y 11 años cuentan con una dosis, el 51.5 ya se dio los dos pinchazos. Por el lado de los docentes, la cobertura es muy adecuada: el 95 por ciento recibió el esquema completo y la mitad ya dispone de un refuerzo.