Un barco que transporta a una delegación de Mauricio, una nación insular africana, zarpó este martes hacia las islas de Chagos para reafirmar los reclamos del país al Reino Unido para que le devuelva ese estratégico archipiélago del oceáno Índico que alberga una base militar estadounidense, un conflicto que ha sido comparado con el de Malvinas.
Archipiélago de Chagos
El archipiélago de Chagos, en el océano Índico, es el eje de una larga disputa por la decisión del Reino Unido de separarlo de Mauricio en 1965 para establecer una base militar conjunta con Estados Unidos en Diego García, la más grande de sus más de 50 islas.
El primer ministro de Mauricio, Pravind Jugnauth, indicó en un comunicado que es la primera vez que se embarcan en una expedición a las islas sin pedir permiso al Reino Unido, y habló de un "paso concreto" para "ejercitar la soberanía y los derechos soberanos" en relación a Chagos.
En el barco Bleu de Nimes, que zarpó de Seychelles y hará una travesía de 15 días, van chagosianos, entre ellos el representante permanente de Mauricio ante la ONU, asesores legales y científicos que quieren estudiar el Arrecife Blenheim, un atolón parcialmente sumergido ubicado en el noreste de Chagos. Jugnauth no va a bordo del barco, pero aclaró que visitará las islas en otro viaje.
El origen del conflicto entre Mauricio y el Reino Unido
Las islas de Chagos eran parte de Mauricio hasta que el Reino Unido los separó luego de que el país se independizó del control británico, en 1968. En 1966, Londres cerró un acuerdo por el cual Estados Unidos estableció una base aérea y naval en Diego García, la más grande de las más de 50 islas, divididas en siete atolones, que integran el archipiélago.
El Gobierno británico fue expulsando de manera gradual a los chagosianos, los habitantes indígenas del archipiélago, unos 2.000. Los últimos de ellos fueron deportados en un barco de carga a Seychelles y Mauricio en 1973.
Muchos se reasentaron en el Reino Unido y han llevado adelante, sin suerte, una batalla legal en los tribunales británicos para que las islas sean devueltas a Mauricio y poder regresar a ellas.
En 2019, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el máximo tribunal de la ONU, falló que el Reino Unido ocupa de manera ilegal el archipiélago, ubicado en el centro del océano Índico, unos 1.200 kilómetros al este de las costa oriental de África.
Dos meses después, la Asamblea General de Naciones Unidas apoyó ese fallo con una resolución que exigía al Reino Unido poner fin a la "administración colonial" de Chagos y devolver las islas a Mauricio.
El doble discurso del Reino Unido
Sucesivos Gobiernos argentinos han comparado el conflicto en torno a Chagos con el de Malvinas, otro territorio objeto de un reclamo internacional contra el Reino Unido. Los chagosianos expulsados de las islas han denunciado el "doble discurso" de Londres, que por un lado defiende el derecho a la autodeterminación de los kelpers en Malvinas, pero les niega a ellos ese mismo derecho.
Incluso el papa Francisco sumó su voz al diferendo, diciendo que el Reino Unido debería cumplir con la resolución de la ONU. Hasta ahora, sin embargo, el Reino Unido, que incluye a Chagos en lo que denomina "Territorio Británico del Océano Índico", ha rechazado respetar las decisiones de la Asamblea y de la CIJ que no son vinculantes.
Londres argumenta que el archipiélago de Chagos está bajo su soberanía desde 1814 y que su presencia allí tiene una alta importancia estratégica.
La postura de Mauricio
En su comunicado, Jugnauth citó el fallo de la CIJ y dijo que "la continuidad de la administración de Chagos por el Reino Unido constituye un acto ilegal". Asimismo, en varias oportunidades, señaló que la devolución del archipiélago a Mauricio no tendrá implicancias para Estados Unidos y su base militar en Diego García, que podrá mantener.
En 2019, el primer ministro sostuvo en su discruso ante la Asamblea General de la ONU que la expulsión de los chagosianos "sigue siendo un episodio muy oscuro de la historia equiparable a un crimen contra la humanidad".
Además, aseguró que los resultados del estudio serán usados por Mauricio en un caso relativo a la soberanía de Chagos presentado ante el Tribunal Internacional del Derecho del Mar, con sede en Hamburgo, Alemania, por Maldivas, que apoya el reclamo de Mauricio.