El músico Neil Young, quien a fines de enero acusó a Spotify de difundir desinformación sobre el coronavirus a través de los podcasts de Joe Rogan, instó a los empleados y empleadas de la compañía a abandonar sus puestos de trabajo "antes de que les coma el alma".
A fines de enero, el músico publicó una carta en su página web comunicándole a la firma que retiraría su música de la plataforma si no eliminaba los programas de Rogan, caracterizados por su contenido negacionista y antivacunas. "Pueden tener a Rogan o a Young. No a ambos", planteó el canadiense.
A los pocos días, Spotify dejó clara su posición con un contundente mensaje: “Lamentamos la decisión de Neil de sacar su música de Spotify, pero esperamos que regrese pronto”.
Esta semana, la empresa retiró 70 episodios del podcaster que contenían comentarios racistas pero decidió dejar aquellos relacionados al coronavirus. El presidente de la firma, Daniel Ek, envió un correo electrónico a sus empleados y empleadas en el que señaló que no cree que "recluir en el silencio" al presentador sea la respuesta.
Neil Young reaccionó con una nueva carta en su web, en la que llamó a las y los trabajadores de Spotify a "salir de ese lugar antes de que les coma el alma".
"Los únicos objetivos declarados de Ek son los números, no el arte, no la creatividad. Él es su gran problema, no Joe Rogan. Ek mueve los hilos", aseguró el músico.
Young también se dirigió a músicos y creadores de contenido a quienes pidió que "busquen un lugar mejor que Spotify para alojar su arte".
En "la era de la la comunicación, la desinformación es el problema. Abandonen a los desinformadores”, exigió.
La cantautora Joni Mitchell, los compañeros de banda de Young, David Crosby, Stephen Stills y Graham Nashel, el guitarrista Nils Lofgren, la escritora Brene Brown y la cantante India Arie son algunos de los que, por el momento, siguieron los pasos de Young.
No es la primera vez que Young organiza un boicot. En el pasado, el músico pidió a sus pares que retiren su dinero de los bancos estadounidenses Chase, Citi, Bank of America y Wells Fargo por el "daño continuo" al medio ambiente que realizan a través del financiamiento a los combustibles fósiles "incluso cuando la temperatura global sigue subiendo".