El Ministerio de Seguridad de Nación ofreció una recompensa de 500 mil pesos a aquellas personas que, sin haber intervenido en el hecho delictual, brinden datos útiles que permitan dar con el paradero de la salteña Carolina Chavarría, quien se encuentra desaparecida desde el 26 de agosto de 2019.
La búsqueda de la mujer hasta la fecha no figura en la página de personas extraviadas del Ministerio de Seguridad de Salta. La fiscala Mónica Poma interviene en esta causa, y a casi dos años y medio de la desaparición, aportó como dato que la mujer fue vista por última vez el 3 de septiembre de aquel año en Palpalá, Jujuy.
Este último dato, que señala a Chavarría en Jujuy llamó la atención a sus excompañeras de trabajo que en 2019 marcharon por ella, visibilizaron la desaparición y se mantenían en comunicación con el jefe de policía de ese momento, Angel Silvestre, quien no les informó sobre esto. La hipótesis policial era que la mujer se había retirado de su domicilio porque tenía deudas, préstamos que habría tomado para la construcción de la vivienda familiar según indicaron allegadxs.
"Hay mucha corrupción, no sé si alguna vez se va a llegar a esclarecer", se desanimó una excompañera de Carolina al ser consultada por Salta/12. Además, dijo que "es raro que luego de tanto tiempo el Ministerio Público informe que la vieron en Jujuy". Señaló además que la mujer era víctima de violencia de género.
La excompañera se refirió a una nota que leyó en el diario Clarín en la que se asegura: "su rastro se perdió definitivamente ocho días después que se marchó de su domicilio, tras atenderse en el Hospital Wenceslao Gallardo de la localidad de Palpalá, en la provincia de Jujuy. Un dato que llama la atención es que allí utilizó su documento nacional de identidad. Al momento de su desaparición, tenía el dedo meñique de su mano izquierda inmovilizado, a raíz de una operación".
"Dicen que se hizo atender en un hospital, que tenía un dedo dañado, que le habían hecho una operación. Cuando Carolina salió del trabajo no tenía ningún daño en un dedo. No sé que le habrá pasado en el medio", manifestó su excompañera.
Chavarría tenía 41 años cuando desapareció, trabajaba como auxiliar de maestra jardinera en el Centro de Primera Infancia (CPI) Armada Argentina, de la ciudad de Salta. Es madre de tres hijos que en aquel momento tenían 22, 20 y 18 años, y una hija de ocho años. Su esposo, Juan Carlos Campero, fue quien hizo la denuncia en la Subcomisaría del barrio Castañares y el caso pasó a la fiscalía de Gabriela Buabse en un primer momento.
Las compañeras de trabajo de la guardería organizaron en aquel momento una marcha por la aparición con vida de Carolina. Accedieron a hablar con Salta/12 desde aquella fecha con la condición de que se reserven sus identidades, en aquel momento manifestaron que vecinxs de Carolina dijeron haber escuchado discusiones la noche de la desaparición, y también sospechaban que era víctima de violencia de género.
Una vecina que fue testigo en la causa penal, dijo que tenía conocimiento de que Carolina era víctima de violencia de género, que escuchó golpes y ruidos, incluso la noche anterior a su desaparición. "Siempre hubo violencia familiar. Siempre se escuchaba", expresó.
Contó que la casa de Chavarría estaba en construcción, era habitual que los obreros estuvieran trabajando e hicieran ruido, pero no en horas de la noche, lo que les resultó extraño. Además la vecina dijo que en el barrio tenían miedo porque por haber colocado carteles, o hablado en los medios, habían recibido luego reproches por parte del esposo y uno de los hijos mayores de la mujer.
Aquel 26 de agosto, Carolina “del trabajo se fue antes del horario de salida como a las 12.30 o 13, de una manera muy extraña. A mí me dijo que se iba a hacer un estudio médico; a mi jefa, que ya volvía, que iba hasta la esquina. No volvió. Mi jefa le consultó por teléfono y ella le dijo que estaba teniendo problemas, que tenía que renunciar. Le preguntó qué problemas estaba teniendo y no contestó más. La familia asegura que ella fue a su casa”, afirmó una de las trabajadoras del CPI a Salta/12.
Las excompañeras dijeron que Carolina era muy responsable en su empleo. Otro de los datos llamativos que aportaron fue que el 26 de agosto a la jefa del CPI “le llegó un mensaje de whatsapp” del teléfono de Carolina en el que decía que renunciaba pero no llegó a probarse que fuera ella quien lo envió.
El hijo de Carolina, Franco Campero, dijo en 2019 que "lo último" que supieron fue que alguien la había visto en Rosario de la Frontera, aunque al parecer se trató de una falsa información. El joven subrayó en ese momento que no se sabía nada, y reseñó que el lunes su madre había discutido con Campero y luego "aparentemente ella salió y se fue al barrio Autódromo, pasó la noche ahí”. Supuestamente la mujer se quedó en la casa de un primo de sus hijos. “Salió a las 8 de la mañana diciendo que volvía a la casa, fue la última vez que se la vio”, contó el hijo.
Poma solicitó mediante oficio a la Dirección Nacional de Cooperación Judicial y Ministerios Públicos, que depende del Ministerio de Seguridad de la Nación, que “se ofrezca una recompensa, destinada a aquellas personas que, sin haber intervenido en el hecho delictual, brinden datos útiles que permitan dar con el paradero de Chavarría”.
A través de la resolución 72/2022, publicada este martes en el Boletín Oficial, la cartera de Seguridad anunció que se le otorgará una retribución de 500 mil pesos a quien aporte información útil que permita dar con el paradero de la mujer.
Quienes puedan suministrar datos, deberán comunicarse telefónicamente con el Programa Nacional de Coordinación para la Búsqueda de Personas Ordenada por la Justicia dependiente de la Dirección Nacional de Cooperación Judicial y Ministerios Públicos de este Ministerio, al número telefónico de acceso rápido 134.
Personas desaparecidas
En Salta además hay otras personas desaparecidas. Una de ellas es la niña María Lisandra Albornoz, quien tenía 12 años la última vez que fue vista, el 14 de octubre de 2014. La nena era de la comunidad wichí La Cortada, de Coronel Juan Solá, localidad también conocida como Morillo.
En el registro de personas extraviadas de la provincia figuran 50 desaparecidxs. Solo en lo que va del año ya hay 9 personas reportadas como desaparecidas.
Evelyn Ruth Pedrozo Ance tiene 16 años y falta de su hogar desde el 18 de enero de 2022. También Lorena Nahir Torres, de 19 años, está desaparecida desde el 10 de enero.
Gabriel Ojeda, de 25 años, desapareció el 5 de enero de 2022. Miguel Ángel Gómez, de 31 años, está desaparecido desde el 1 de enero de 2022. Patricio Jesús Santana, de 17 años, está desaparecido desde el 22 de enero.
También figuran en la lista de personas desaparecidas Tomás Alejandro Tartitolay, de 17 años, de quien no se sabe nada desde el 27 de enero. Camilo José María Juarez, también de 17 años, desapareció el 23 de enero. El 3 de febrero, desapareció el adolescente de 13 años Aldo Lucas Pereyra. Además, están desaparecidos dos hombres de 37 años, desde el 31 de enero Nicolás Mendioroz, y desde el 24 de enero, Pedro Feliciando Campo.