Cada día, a las diez de la mañana (con diez minutos para ser más exactos), Proyecto Pelusa se renueva con una nueva imagen. La regla tácita: Diego Maradona aparece en la cuenta de Instagram junto a un ilustre desconocido. “Desde su debut en Primera el 20 de octubre de 1976 hasta el triste 25 de noviembre pandémico, pasaron 16107 días. Estamos convencidos de que en cada uno de esos días hay al menos una foto de Diego con la gente. Y de que en cada foto hay una historia”, aseguran en el prólogo que acompaña el libro de reciente publicación que lleva la firma de Damián Cukierkorn y Sebastián Schor. La obsesión de sus autores, y gestores de la empresa digital, ha llevado a que vayan tachando las fechas en un Excel hasta completar el número mágico. “Cada vez llega una historia y una foto que decimos “esto es insuperable”, y después otra, y así. Los que nos mandan fotos y los que siguen la cuenta nos agradecen muchísimo, pero en realidad nos ven como un nexo con Maradona”, asegura Cukierkorn entrevistado por Página/12.

Maradona frente a seis belgas en el mundial de España. El jugador saliendo del túnel del estadio San Paolo cercado de fotógrafos. El capitán besando la copa tras su conquista en México. Proyecto Pelusa permite ir más allá del flash identificable. ¿Cuál es el objetivo de sus hacedores? Reconstruir su vida a partir de estas imágenes casuales. “Tal vez sea un poco ambicioso denominarlo sociológico, pero no sé a cuántas personas en la historia de la humanidad les pasó algo así. Su existencia se puede repasar de esta forma. Yo creo que fue el único. Mi socio dice que puede que haya alguno más pero todavía no sabe bien quién. Hoy es mucho más fácil, Lio Messi o Cristiano Ronaldo tienen ese nivel de exposición, pero la particularidad de Diego Maradona es que juntaba fama, popularidad, pueblo, y la época que atravesó de lo analógico a la digital, todo ese paso de los años es muy interesante de capturar desde lo fotográfico”, dice Cukierkorn. “¿Qué le pasa a una persona a la que todo el tiempo le piden fotos? ¿Es verdad que no le gustaba que le tocaran el hombro? ¿Por qué Diego?”, se preguntan los responsables en el libro. La respuesta está en las instantáneas que pueden verse on line y ahora tienen su versión en papel.

Este volumen editorial, paradójicamente, cierra con el día más glorioso en la vida de Maradona. Y de la hazaña de Roberto (29 de junio de 1986) quien lo llevó en andas durante la vuelta olímpica en el estadio Azteca. De allí al caso 921 (24 de septiembre de 1979) cuando Javier le hizo una entrevista al por entonces jugador de Argentinos Juniors como parte de un trabajo escolar el día en que cumplía 13 años. O al 597 (11 de noviembre de 2008) jornada imborrable para un vecino de la quinta de Carlos Salvador Bilardo en Moreno. Tomás se prendió en un picado y sorprendió con su destreza al exjugador. El 10 le dijo que si bajaba treinta kilos podía jugar como profesional. Nunca volvió a verlo, pero bajó cincuenta kilos en medio año. Este sumario, entonces, vendría a ser una versión alternativa de Peter Capusotto y sus videos que recopilaba “los momentos más normales e insípidos del Diego”. “Todos los que lo vieron y pudieron sacarse una foto lo describen como algo trascendental”, asegura Cukierkorn.

La empresa nació en 2010, en medio del fervor y la ilusión que despertó contar con Maradona como DT de la Selección. Por entonces estaba alojado en Facebook, pasó a dormitar en la web hasta su reconversión hace poco más de un año. @proyectopelusa empezó a poblarse, “tímidamente” dice Cukierkorn, hasta que el fallecimiento del homenajeado cambió el sentido de la faena. “Fue muy fuerte porque entró en actividad tras su muerte. Estuvimos consternados y al tercer día empezamos a subir las fotos. Fue sin ninguna movida y al poco tiempo explotó”, recuerda Cukierkorn. Los dos excompañeros de secundaria, y productores ligados al campo audiovisual, tenían el simple deseo de encarar un relanzamiento on line, publicar un libro, llevar adelante una muestra y producir un documental. En poco tiempo, ya lograron la mitad de esos propósitos. Un detalle: los dos responsables de la gesta pudieron sacarse su foto con Maradona, aunque solo uno de ellos pudo conservar el retrato.

El mural fotográfico de Instagram responde a ciertas pautas innegociables. “No es que tengamos un decálogo, la norma que respetamos a rajatabla es la de una foto al día con su historia. Alternamos fotos de distintas épocas, Gimnasia y Boca, con hombre o mujeres, gordo y flaco. Cada tanto hay alguna con un famoso, con Ricardo Fort o Leonardo Favio y ahí siempre hay alguien que se queja porque no son desconocidos, pero la imagen o la historia tienen algo que merece ser narrado”, explica Cukierkorn. A la hora de trasladar la bacanal fotográfica al libro, los autores dividieron la publicación en capítulos (Mi casa es tu casa”; “De las Flecha a Versace”; “La pelota no se mancha”; “Pasaporte al día”; “¿Salió bien?”; “Historias Uff”) que responden a darle cierto sentido biográfico al plan. También hay collages que gambetean cualquier lógica. Como aquel de tres instantáneas donde se destacan Maradona, alguien más y su primer 0KM: el día que salió de la concesionaria con su coupé negra, en un taller de la Paternal y una última con su Ford en la puerta del predio de Argentinos Juniors.

Proyecto Pelusa, en definitiva, expresa el reverso de la estampita maradoniana. Lo corrobora la imagen número 883 (28 de junio de 1990) hecha en medio de la concentración del mundial de Italia. Junto a un desconcertado Pablo, el capitán lleva puesta la remera que había intercambiado con Müller tras haberle ganado por 1 a 0 a Brasil. O la número 991 (12 de octubre de 1991) con Maradona en la confirmación sacramental de una chica justo en los días que cumplía su primera suspensión por doping. “Era mucho de hacer eso. Caía de improviso en la casa de alguien. Imaginate esa situación. Estás en un asado en un pueblo perdido y cae Diego -repasa su autor-. Él era consciente de que le estaba cumpliendo el deseo a otro y se ponía a la par. Aunque hay otra cosa. Todos los que están en el libro le pidieron una foto a Maradona, pero el que se las dio fue Pelusa”.

Otros homenajes al 10 en redes, murales y música

@maradonoir: La cuenta de Instagram y Twitter vincula lo fotogénico del astro y del momento captado con algún clásico del cine.

@MaradonaPICS: “Las mejores fotos del futbolista más grande de todos los tiempos”. Bajo esa promesa la cuenta de Twitter es un viaje por toda la vida mediática y retro del 10.

@tphoto2005: El fotógrafo Masahide Tomikoshi sorprendió con imágenes desconocidas del 10, tomadas durante su cobertura del mundial juvenil del ’79.

Maximiliano Bagnasco: el muralista que plasma versiones hiperrealistas de sus instantes más recordados tras las cámaras. “Tengo cien vidas de Diego para pintar”, asegura.

Eloy Carrizo: Un exfutbolista uruguayo publicó diez versiones en distintos géneros de “AD10S”, canción que le compuso como tributo el día en que se enteró de su muerte. Se pueden escuchar en su cuenta de You Tube.

@IneditoMaradona: arcón audiovisual que muestra al Diego en acción en una cancha o veraneando en Mar del Plata.

@maradonamurales: Nicolás Reyes, un periodista de Pergamino, postea una imagen por día con pintadas dedicadas a Diego.

@IGMARADONIANA: La iglesia maradoniana también tiene su cuenta oficial en las redes.

Diego: Nacido para molestar. El libro de Rep es una biografía ilustrada e imaginada de la vida del 10. “Entiendo más a Maradona ahora que lo dibujé”, señaló el ilustrador.

Los últimos días de Maradona. El podcast, original de Spotify, es una investigación centrada en su muerte. Cuenta con testimonios inéditos y conversaciones recogidas a partir del registro policial. Los seis episodios están narrados por Jorge Valdano.