La artista uruguaya Eli Almic actua esta noche, a las 23, en Casa Brava (Pichincha 120), con entrada gratuita que debe reservarse en el Instagram de @casabrava. La montevideana es una de las figuras más importantes de la escena Hip Hop independiente en habla hispana, y llega para presentar Días Así, su último disco, pero no solamente. "Voy a tocar con formato DJ y voz, y voy a hacer unas cuantas canciones de varios materiales, no sólo del disco que saqué en 2020, sino que también voy a hacer algunos singles de varias épocas, pero sobre todo de 2021 y también voy a hacer algún tema de los que la gente conoce más, de mi primer disco Hace que exista, que a la gente le gusta mucho", adelanta la artista.
El disco es potente, lleno de postales urbanas, ritmos diversos, sintetizadores y cambios de tono. Y las letras son poéticos manifiestos. Sin mesura, por ejemplo, dice: "Todo está dicho, todo está escrito, todo está hecho/ Pa' mi que falta un gran trecho/ Tamos tendiendo un puente,/ No es transparente, tiene colores, mira pal' frente/ Antes fue cuerda con algunos nudos/ No estaba bien sujetada, golpeaban los muros/ Ahora nos rescatamos, somos más manos/ Unas pintan con pinceles ventanas,/ Otras practican y graban, otras persiguen la grana./ Hay para todas hermana". Es el tema 3 de Días Así.
El álbum de 2020 es personal y arriesgado y, según la crítica, la consagró como poeta y artista de vanguardia que navega entre distintos géneros musicales a su antojo: trap, soul, jazz, hip hop, candombe; y por encima su flow único. En tanto, su más reciente lanzamiento, “La Vitamina” es una colaboración con el grupo de música electrónica F5 donde su voz se fusiona con el candombe, la samba, y un beat de funk carioca.
Cantante, compositora, rapera y actriz, Eli construyó su carrera de forma autogestionada. Desde sus inicios como MC encontró una sintonía especial con DJ RC y juntes grabaron “Hace que exista” (2016), su primer disco.
Con su contagioso fraseo, Eli crea un universo desconocido, un parque de diversiones, o el fondo de una pesadilla, a partir de un objeto casual y cotidiano. Con su voz versátil nos invita a viajar a su lado, inmersa en su catarsis de mil conexiones, para caer vivamente en los dramas callejeros de sus cuentos, reales o de ficción, donde nunca falta un mensaje comprometido con la justicia social.
En ese camino su simple “Brujas” (2018) se convirtió de inmediato en punta de lanza de la lucha feminista, junto al reconocimiento de colegas como Julieta Venegas.