“Es positivo que el Gobierno impulse una nueva Ley de Compre Nacional. Desde Cgera estamos trabajando en un proyecto superador en la Cámara de Diputados, que cuenta con el consenso de muchas cámaras pymes, y que plantea un margen de preferencia de hasta el 25 por ciento para empresas nacionales, como ocurre en otros países como Brasil o Perú; o como en el caso de Israel en donde el piso para el nivel de preferencia de las compras públicas es del 15 por ciento. Además, la norma deberá ser muy bien reglamentada para no dejar margen de discrecionalidad a los funcionarios”, plantean desde la Confederación General Empresaria de la Argentina. 

El mar de fondo de la presentación del proyecto de Ley de Compre Argentino es la crisis de la industria nacional. Según los datos del Indec, la actividad industrial cayó en marzo 0,4 por ciento y en lo que va del año acumula un retroceso de 2,4 por ciento. Ese desempeño se monta sobre una merma del 4,6 por ciento de la manufactura durante 2016. En el primer trimestre de 2017, se verifican caídas en la industria alimenticia (-1,8 por ciento), tabaco (-6,9), textil (-17,2), papel y cartón (-4,3), edición e impresión (-6,6), refinación de petróleo (-4,4), sustancias y productos químicos (-1,9), caucho y plástico (-3,8), minerales no metálicos (-3,3), siderurgia (-0,7) y metalmecánica (-1,7). Estos números tienen un fuerte impacto sobre el empleo, los salarios y las condiciones laborales. El Gobierno quiere calmar el ánimo industrial mediante una señal de apoyo como es la ley de compre argentino.

En líneas generales, las cámaras industriales que agrupan a las empresas pymes valoran la iniciativa de compre nacional pero advierten que si la política a nivel macroeconómico no presenta un giro en favor del mercado interno, difícilmente esta iniciativa pueda tener efecto notable sobre la actividad industrial. Los pymes ponen el foco en la depresión de las ventas minoristas ante la pérdida de poder adquisitivo que no se espera que vaya a recuperarse este año, el mayor ingreso de importados y el aumento de los costos tarifarios.