“... que arriba mi calle se vistió de fiesta”, Serrat describió un escenario que acaso pudiera ser otro; cualquiera en el que un rito con la emoción de una verdadera fiesta se transforme en un sentimiento común. Un pueblo unido sin distinciones en un solo mes. Un Festival que nació de una celebración ancestral.
El escenario ampliado del Autódromo de La Rioja, recibió en la primera noche de la Chaya 2022 a cantoras, cantores y bailarines con sello riojano; talla inconfundible en la tradición folclórica argentina.
Casi al inicio de la noche, el “Negro Cortez”, uno de los cantores más queridos y populares de La Rioja, con más de 40 años de escenario, pero muchos más de harina, albahaca y vidalas, dejó su canto inconfundible: el de un chayero de pura cepa.
Temprano también fue el turno de Vocal Norte, uno de los grupos riojanos que se reiventa, y conserva un público que los sigue acompañando. Cuentan con 53 años de escenario, “casi los mismos que tiene el festival”, aseguran.
Un destacado: la pareja ganadora en danza de la pre Chaya, Paola y Matías subieron con un cuadro breve y sutil: Amor de Chaya. Bailaron chaya, zamba y vidala en fusión folclórica contemporánea.
Josho González, cantautor de la nueva trova, hizo canciones propias y de consagrados como Ramón Navarro y Pancho Cabral. Integró en su espacio en el escenario lo más tradicional de las chayas y vidalas de su tierra, con la proyección de diseños de la artista chileciteña Paloma Márquez. Invitó además al escenario a la destacada bailarina Victoria Mata junto a Mario Martínez. “Volver a la Chaya para un artista es volver a la entereza de tener trabajo”, destacó el cantor.
Lxs artistas coincidieron en que volver a tocar, aunque con todos los protocolos, no solo es necesario, sino indispensable para el alma del pueblo que año a año espera este festival que ya es hito en la región.
“Hoy soy un observador más”, el gobernador Ricardo Quintela ofreció una conferencia de prensa y llamó a disfrutar de la fiesta. “Estamos aplicando una política para recuperar espacios en materia turística”, aseguró el mandatario.
La capital de La Rioja tiene hoy su capacidad hotelera colmada, así lo destacó el ministro de Turismo y Culturas, Gustavo Luna. “La Chaya es una fiesta de agradecimiento muy importante en este momento. Es la fiesta más grande de la Argentina, y nos sentimos orgullosos de la organización que hemos logrado en un inmenso trabajo entre todo el Gobierno de La Rioja”, señaló Luna.
Ensueño riojano, el cuadro del ballet oficial de la Chaya, otro destacado de la noche, una producción a la altura del inmenso trabajo artístico de todo el festival, con la dirección de Marcos Vega.
La sangre joven del “Patriarca de la Chaya”, José Jesús Oyola, en Challay Huasi, el trío que integran Leandro Oyola, José Oyola y Damián Portugal, aportaron su cruce impecable de voces un ratito antes de la explosión final con Abel Pintos, que sigue siendo un acierto principalmente para convocar público joven con ganas de escuchar y emocionarse.
Abel subió minutos después de la medianoche -el horario se respetó de manera muy ordenada en general-, y cantó por más de dos horas, acompañado de un coro fiel de seguidores.
La elección de la cartelera, un riesgo de todo festival, funcionó perfectamente: el público de la primera noche fue a escuchar, emocionarse, y chayar como La Rioja manda.
“Nos vemos en febrero”, convoca el poeta Carlos Paredes, un mes como un lugar, porque no hace falta decir más. La Rioja vuelve a chayar, y es un solo grito.
Cartelera de hoy
Viernes 11 de febrero: Silvana Agüero, Ganadores de Pre Chaya en danza, Chilecito Trío, Mayra Mercado, Johana Carrizo, Aguablanca, ganadores de Pre Chaya conjunto, Natalia Barrionuevo, Antigal, Luciano Pereyra, Ramiro González, Chaqueño Palavecino.