El abogado querellante en la causa Papel Prensa Eduardo Barcesat anticipó que apelará la decisión de la Sala I de la Cámara Federal porteña que confirmó el sobreseimiento de los acusados por la apropiación de esa empresa, Héctor Magnetto, Ernestina Herrera de Noble y Bartolomé Mitre. Además, denunciará a los camaristas que fallaron en ese sentido por haber resuelto sobre una causa comercial siendo integrantes de un fuero penal.
Estos planteos se sumarán a los que, tal como lo adelantó PáginaI12, hará el abogado Alejandro Rúa, que representa a Lidia Papaleo, por entonces esposa del titular de la compañía David Graiver. “Los jueces penales no saben nada de derecho comercial”, cuestionó de Barcesat, abogado del también querellante y ex vicepresidente de Papel Prensa, Rafael Ianover.
Para el letrado, el fallo de los camaristas Jorge Ballestero y Leopoldo Bruglia “forma parte de una nulidad jurídica que hasta tiene ribetes delictivos”. Ambos magistrados confirmaron anteayer la medida que favoreció a todos los procesados en esa causa y que en primera instancia había sido dictada por el juez Julián Ercolini.
Barcesat adelantó que va “a interponer recursos casatorios” contra el fallo, así como también “una denuncia contra los magistrados que han firmado ese engendro” judicial,aunque confesó no tener muchas expectativas de que prosperen. “El Consejo de la Magistratura es un lugar no confiable” porque es “una cueva que está gobernada por el Gobierno”.
La denuncia por Papel Prensa da cuenta de la venta de esa empresa productora de los insumos para los medios de comunicación gráficos que llegó a las manos de los dueños de Clarín, La Nación y La Razón (hoy fusionada con Clarín) a través de un precio vil y en el marco de un proceso de intimidaciones contra sus propietarios.
La venta ocurrió luego de que Graiver muriera en un sospechoso accidente aéreo. Entonces su viuda y su hermano, Isidoro Graiver, fueron presionados para desprenderse del paquete accionario. La causa durmió el sueño de los justos durante décadas y se reactivó durante el gobierno anterior al ser enmarcada como un delito de lesa humanidad.
Durante una entrevista con Futurock.fm, Barcesat recordó que la operación de venta de las acciones de esa compañía fue hecha “a punta de pistola en la cabeza de quienes firmaron”. Este contexto, añadió, es “visible para un patronato de invidentes” pero sin embargo fue “oscurecida en sede judicial en base a argumentos que tienen a recrear el relato ficcional de que había urgencia para vender” la compañía. La Cámara acreditó la persecución a los Graiver pero consideró que no habría relación entre ello y la venta de la empresa. “Tengo una sensación de repugnancia institucional frente al fallo”, dijo Barcesat.