"En cualquier momento, incluso durante los Juegos Olímpicos de Invierno." Estados Unidos volvió a lanzar la advertencia de un posible ataque de Rusia contra Ucrania. Se trata de la hipótesis de conflicto latente con la que hace semanas se mantiene una fuerte tensión en el país de Europa del este y que había justificado la decisión de la Casa Blanca de retirar a su personal diplomático del país que respalda junto a sus aliados de la OTAN. El gobierno estadounidense volvió a pedir a sus ciudadanos que abandonen territorio ucraniano "en las próximas 24 a 48 horas".
Las declaraciones del asesor se produjeron tras una imprevista videoconferencia que mantuvieron los presidentes estadounidense, Joe Biden; y de Francia, Emmanuel Macron; los jefes de gobierno alemán, Olaf Scholz; y británico, Boris Johnson; así como el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; y funcionarios de la Unión Europea (UE). Los líderes de las potencias occidentales prometieron sanciones "rápidas y severas" si el Kremlin decide una invasión, aseguró el gobierno alemán tras la reunión virtual.
Lo llamativo es que la alarma encendida por parte de Estados Unidos llega pocas horas después de que el presidente de Francia --aliado de la OTAN--, Emannuel Macrón, viajara a Moscú para reunirse con su par Vladimir Putin y dijera, tras la reunión, que "es posible hacer avanzar las negociaciones". En la confrencia, El consejero nacional de seguridad de EEUU, Jake Sullivan no dio precisiones vinculadas a la inteligencia, pero vaticinó que la ofensiva comenzaría probablemente con "bombardeos aéreos y ataques con misiles" que "matarán a civiles sin importar su nacionalidad".
Tras unas declaraciones tan alarmantes, el funcionario del círculo cercano al presidente norteamericano Joe Biden aclaró que no estaba diciendo que el presidente ruso, Vladimir Putin haya tomado ya la decisión de invadir a su vecino. La jugada de llamar nuevamente a sus ciudadanos a salir del país fue seguida por otros aliados de la OTAN como Reino Unido y Noruega, mientras que Israel retiró a su personal diplomático.
"Seguimos viendo signos de escalada rusa, incluida la llegada de nuevas fuerzas a la frontera con Ucrania", declaró el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, en conferencia de prensa, y anunció, por parte de la OTAN, el envío de 3.000 soldados más a Polonia "en los próximos días" como respuesta. Según Sullivan, un posible ataque ruso podría ocurrir en los próximos días, mientras se desarrollan los Juegos Olímpicos de Beijing, que finalizan el 20 de febrero.
Un conflicto sin cartas de conciliación
La presidencia francesa informó, por su parte, que Macron volverá a hablar mañana con Putin. Pero las negociaciones a cuatro bandas celebradas el jueves en Berlín, en las que participaron Rusia, Ucrania, Alemania y Francia, evidenciaron la brecha que separa a Moscú de los occidentales y de su aliado ucraniano.
Rusia lamentó hoy que esas discusiones no arrojaran "ningún resultado". El Gobierno de Putin exigió garantías vinculantes de que Ucrania y otras naciones que integraban la Unión Soviética no se sumarán a la OTAN y de que la alianza militar frene el estacionamiento de armas allí y reduzca la presencia de tropas en Europa del Este. Estados Unidos y la OTAN rechazaron las exigencias.
En paralelo, Moscú anunció nuevas maniobras militares en la frontera ucraniana, que se suman a las que ya está realizando desde el jueves en Bielorrusia, un país vecino de Ucrania. Además, la Marina rusa está realizando maniobras en el mar Negro.
Moscú insiste además en que el gobierno ucraniano negocie directamente con los separatistas prorrusos del Este, a quienes el ejército ucraniano combate desde 2014 en un conflicto que ha dejado más de 13.000 muertos. Pero Ucrania se niega, considerando que el único interlocutor legítimo es el gobierno ruso, al que acusa de apoyar a los separatistas.
"Todas las opciones están sobre la mesa"
"Los aliados están determinados a tomar juntos sanciones rápidas y severas contra Rusia si se presentan nuevas violaciones de la integridad territorial y la soberanía de Ucrania", señaló Steffen Hebestreit, portavoz del canciller alemán, tras la videoconferencia entre los mandatario de las principales potencias de la OTAN.
"Todos los esfuerzos diplomáticos buscan persuadir a Rusia de ir hacia la desescalada. El objetivo es impedir una guerra en Europa", agregó. En tanto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien también participó de la videoconferencia, avaló la idea de avanzar con sanciones a los sectores financiero y energético si escala el conflicto.
"Todas las opciones están sobre la mesa y que las sanciones concernirán a los sectores de las finanzas y la energía, así como las exportaciones de productos de tecnología de punta", señaló en un comunicado citado por la agencia de noticias AFP.
El premier británico, Boris Johnson, dijo en la videoconferencia "temer por la seguridad de Europa en las circunstancias actuales", informó Downing Street. Tras varios encuentros diplomáticos que apuntaban a poner paños fríos a la crisis, la tensión parece ahora en aumento.