No habrá cambios en la conformación de la Sala de la Cámara Federal que tiene que evaluar el futuro de una de las causas más importantes del espionaje durante el macrismo --la que indaga en las andanzas de los espías conocidos como Súper Mario Bros y en el espionaje penitenciario--. El camarista Eduardo Farah rechazó por "tardía" la recusación que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner había presentado contra sus colegas Mariano Llorens y Pablo Bertuzzi. Antes, Leopoldo Bruglia se negó a apartar a Farah, como reclamaba el exdirector general de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Gustavo Arribas.
El jueves, la Comisión Bicameral de Inteligencia denunció a Llorens y a Bertuzzi ante el Consejo de la Magistratura y pidió su remoción. Lo hizo después de que los dos camaristas --llegados al tribunal de apelaciones de Comodoro Py durante el macrismo-- sostuvieran que los espías actuaron persiguiendo sus propios intereses --léase, cuentapropistas, como decía Macri--. CFK apeló el fallo de Llorens y Bertuzzi y pidió que la Casación lo anule y devuelva la causa a Lomas de Zamora. Allí, el juez Juan Pablo Augé procesó a 38 personas, pero la Cámara Federal porteña solo dejó en pie diez de esos procesamientos.