El Superior Tribunal de Justicia de Jujuy suspendió ayer una resolución del juez Jorge Meyer que había ordenado que una joven madre y su hijo viajen a Córdoba para restituir al pequeño al padre acusado de violencia de género.
El caso fue fuertemente cuestionado por la Multisectorial de Mujeres y organizaciones feministas que se movilizaron a los tribunales jujeños reclamando que se revea esta medida que ponía en peligro a la madre y al niño.
La abogada de Sylvia Rodríguez, la mujer afectada, recurrió al Superior Tribunal pidiendo que se revocara la medida dispuesta por el juez Meyer. “El STJ suspendió el reintegro a Córdoba del niño por tener pendiente tres trámites referidos a cuidado personal, autorización de cambio de domicilio y, ahora, el exhorto de Córdoba”, explicó a la agencia Télma la abogada Mariana Vargas.
Rodríguez y su hijo de dos años huyeron de Córdoba hace un año buscando protección en Jujuy por la violencia de género por parte del progenitor, Damián Cuevas Chana, y tras una violencia sistemática de parte de la Justicia, según denunció la mujer.
Tras la audiencia en tribunales, la abogada Mariana Vargas destacó que “es un triunfo impresionante" el que se consiguió ayer. Y aclaró que "no es algo excepcional, lo vemos mucho. Estamos viendo que se está revirtiendo en Jujuy” la tendencia de dictar fallos sin perspectiva de género.
“Una decisión del STJ con perspectiva de género. Hay que hacer que estas decisiones no sean la excepción y que sí lo sean las decisiones de violencia judicial hacia mujeres y niños. Me parece que hoy arrancamos un camino hermoso en Jujuy”, expresó la letrada.
En este caso, la víctima fue contenida por los organismos del Estado provincial y el movimiento de mujeres.
Sin embargo, el proceso judicial continúa. “Entiendo que la decisión brutal de hostigamiento" disponiendo que ella llegue a Córdoba y le quiten al niño el miércoles (según la notificación de la justicia cordobesa, fue acelerada porque creyeron que la sentencia era favorable”, sostuvo Vargas.
Rodríguez, que también es abogada, viene denunciando que su ahora exesposo la violenta desde hace 5 años. “Me gatillaron, mi ex esposo, que aun estoy peleando el divorcio. La Justicia fallo a favor de un agresor, que me lastimó a mí y a mi hijo. Hoy estoy acá luchando por mi hijo, porque la justicia de Córdoba le restituye a su centro de vida a mi hijo. Un niño lactante de 2 años con posible diagnóstico de autismo”, sostuvo.
También cuestionó al juez Meyer. "Le autorizó todo a mi agresor, que vaya a mi casa con visitas programadas, me hizo violar el aislamiento de covid. ¿Por qué no hay justicia para un mujer, un niño de violencia de género?”, lamentó.
El 7 de febrero, Meyer, que integra la Sala I del Tribunal de Familia, fijó una audiencia para tramitar el reintegro del niño, una decisión que está aún pendiente de recurso en Córdoba, A la vez estaban en curso dos apelaciones en el Superior Tribunal de Justicia de Jujuy, una de ellas es la que se resolvió ayer con perspectiva de género.
Desde el sábado 5 Rodríguez tiene síntomas de covid-19 y es contacto estrecho, por lo que es de suponer que contrajo la enfermedad. Por eso justificó su inasistencia a la audiencia del 7 con certificados de la obra social, en los que se señala que debe permanecer aislada hasta el 12 de febrero. Sin embargo, al día siguiente, 8 de febrero, el juez ordenó que el equipo interdisciplinario del Tribunal fuera a su casa, violando el aislamiento, y planteando que o se iba a Córdoba con el niño o la apartarían del su hijo por la fuerza.
La mujer contó que incluso el juez la forzó a ir a comprar el pasaje, que no se podía sacar online, advirtiéndole que si en dos horas no iba a adquirir el boleto para estar en Córdoba el 16 de febrero, le retiraban al niño con la fuerza pública. “El 16 a las 8 de la mañana me esperan en Córdoba el equipo interdisciplinario y la policía para entregar al niño al padre violento. Apelé al Superior tribunal, en Cámara, por eso estoy desesperada", aseguró.
Rodríguez dijo que presentó nformes del Consejo de la Mujer de Jujuy, del Programa Acercar Derechos (PAD), de Derechos Humanos, pero no fueron tenidos en cuenta por el juez, que decidió entregar el niño al padre, medida que fue suspendida ayer por el Superior Tribunal.
Además, dijo que sufre permanente hostigamiento de la justicia. "Creo que mi castigo es por ser profesional y porque me casé con un gerente de una multinacional que tiene un poder influyente", aseguró.
La decisión del STJ fue celebrada en el ingreso a tribunales por los familiares de la mujer y las organizaciones que la acompañan, ya que por las negativas anteriores y por el panorama que mostraba en horas de la mañana el edificio judicial (vallado y con personal femenino de la policía de la provincia) parecía una antesala de otro revés para las víctimas.