El River recargado, el equipo que fue una de las sensaciones del mercado de pases del verano, sufrió su primer golpe en Santa Fe. Con menos recursos, pero con una intensidad y un despliegue notables y una gran convicción en su idea de juego de espera y contraataque, Unión le ganó 1 a 0 con un gol de penal de Luna Diale en el segundo tiempo. El equipo de Gallardo nunca le pudo encontrar la vuelta al partido y se fue apagando sin encontrar la fluidez del fútbol que siempre lo caracterizó.
Marcelo Gallardo sorprendió en la previa dándole la titularidad a Juanfer Quintero y a De la Cruz. Pero a su vez, Unión lo sorprendió al técnico de River. El equipo santafesino lo esperó con dos líneas de cuatro bien paradas por detrás de la pelota, lo corrió por todos lados, lo presionó y no le permitió profundizar el juego. Con lo cual, a medida que fueron pasando los minutos, el partido se fue haciendo más equilibrado.
River movió la pelota a los costados, pero nunca encontró Quintero la forma de quebrar un esquema ordenado y agresivo. Julián Álvarez y De la Cruz tuvieron dos buenas posibilidades, pero en ambas respondió bien el arquero Moyano. Unión, a su vez, no pudo aprovechar tres situaciones muy claras. Portillo le pegó mordido a un centro de Gastón González desde la izquierda y el uruguayo Alvez primero mandó muy arriba otro centro de González y después se escapó solo, tras una gran maniobra de Luna Diale, pero no logró eludir la salida de Armani.
De vuelta para el segundo tiempo, salieron Quintero y Simón y entraron Braian Romero y Barco. Pero River siguió desactivado por la intensidad y la aplicación de Unión. A los 11 minutos, Armani le cometió un discutido penal a Nardoni y Luna Diale convirtió el 1 a 0, pero los santafesinos no bajaron sus revoluciones. Continuaron anticipándolo a River y negándole el toque y la circulación por adentro. Con tanta eficacia que no le permitió llegar al arco de Moyano.
Las movidas que intentó Gallardo desde el banco no surtieron efecto. Barco, por ejemplo, jamás pudo ganar un mano a mano por la izquierda. Y aunque sobre el final, trató de alcanzar el empate con empuje y sin fútbol, River se terminó yendo de Santa Fe con las manos vacías. Convencido de que con los nombres, la historia y la chequera no le va alcanzar. Sobre todo si enfrenta a rivales tan seguros como este Unión que no lo dejó jugar y le ganó sin dejar ninguna duda.