Con solo echar un vistazo a los panteones nacionales reservados para los héroes de la Patria, se logra advertir la clara ausencia de las mujeres en aquellos pedestales de bronce.

¿Es que las mujeres nada hicieron en las gestas históricas? ¿Dónde quedaron recluidas? ¿Cuál era su rol social y que importancia tenían las tareas que llevaban adelante? ¿Cómo fue que algunas pudieron romper ese aislamiento? ¿Qué dice la historia oficial?

Abundan las preguntas que carecen de respuestas. Sin embargo, desde diferentes rincones del país, investigadores de diversas disciplinas comienzan a observar el recorrido histórico de otra manera.

Mirar de una manera diferente


Dentro de lo que fue la época colonial y el periodo independentista, la historia clásica y fundante reforzó la idea de mujeres ocupando un rol secundario en la sociedad y sus logros. Nuevas investigaciones, pero sobre todo nuevas maneras de mirar la historia, echan luz sobre esta situación.

En este sentido la historiadora salteña Barbara Aramendi, docente de la cátedra de Historia Argentina en la Universidad Nacional de Salta (UNSa), comenzó un profundo trabajo de investigación, junto a otros colegas, con el fin de poner sobre la mesa aquella invisibilización histórica: “La mitad de la humanidad no estaba presente en la historiografía” remarca categóricamente la docente.

La historiadora salteña Barbara Aramendi

“La mujer no estaba en un pie de igualdad con el hombre, con lo cual es muy difícil que pudieran tomar protagonismo en espacios públicos. Tenían un lugar jurídico y social que estaba por debajo del hombre. Además en aquella sociedad estamental y patriarcal, las mujeres tenían incapacidad jurídica. Muchas veces cuando desde la historia se ha querido rescatar la figura de la mujer, se lo hizo de una manera complementaria, buscando la pieza que faltaba. Si se hablaba, en el mejor de los casos, eran de la mujeres de la elite, porque la historia mayormente estuvo centrada en los grupos de elite” comenta Arimendi.

Así es como la mirada aguda de los y las investigadores comienzan a poner sobre la mesa la importancia de hablar de las mujeres del pueblo “Mujeres y pobres es un grupo que forma parte de la historia que aún es mas invisibilizado, y en este sentido van estos nuevos intereses que surgen de mirar las mujeres del pueblo: las lavanderas, las que acompañaron al ejército, las panaderas, las prostitutas o las que llevaban adelante su familia. Todas ellas son grupos que no han sido muy estudiados ni despertado interés en la historiografía tradicional”.

En el mismo grupo de mujeres históricamente invisibilizadas, también se encuentra otro muy particular del que casi nadie ha tomado en cuenta “A las mujeres realistas tampoco se la ha mirado, porque son los perdedores. La independencia ganó, entonces todo lo que sea realista ha quedado bastante soslayado... además representaban al Rey y estaban en contra de la revolución. Entonces esas mujeres fueron dejadas de lado, pero existieron” remarca la historiadora.

Salir del molde

“El primer gran registro o la primera gran huella del lugar de la mujer en la historia es el no registro. Las mujeres están fuera de un montón de espacios oficiales. Hay mucha documentación donde jamas va a aparecer una mujer, como por ejemplo en todo lo que tenga que ver con el gobierno y la administración. Entonces si vas al archivo y revisas las carpetas oficiales, jamas te va a aparecer el nombre de una mujer que tenga que ver con algún tipo de cuestión de gestión o administración. Las mujeres aparecen en las cartas personales, en juicios, en descripciones. El epistolario personal es muy importante para ver a las mujeres” destaca Arimendi.

Mujeres en la historia de Salta

Sin embargo, los estudios históricos comienzan a develar que fueron muchas las que pudieron romper algunas de las pautas establecidas. En este sentido la docente salteña explica “Hay que pensar en la capacidad de las mujeres, quienes a pesar de tener un contexto jurídico y social opresivo pudieron hacer otros caminos”.

No fueron pocas, y seguramente sean muchas más, las que lograron salirse del lugar que la sociedad les imponía “las que enviudaban y de repente no quisieron ir a un convento y empezaron a manejar sus bienes, o aquellas que tenían maridos que viajaban, en esa época se viajaba mucho sobre todo los comerciantes, y las mujeres quedaban al frente de su familia. Es la agencia de la mujer la que le permite en muchas situaciones poder hacerse cargo de su vida rompiendo un poco con el contexto y el marco que le daba la sociedad colonial”.

Ellas

La investigadora salteña remarca que “hay muchos casos de mujeres que pueden romper este cerco social. Por supuesto que se conoce mucho las de la elite. Lorenza de la Cámara, por ejemplo, era una mujer que enviudo tres veces, era muy rica y siempre manejó todo su dinero. Otro caso es Josefa Freyre que termina manejando cuestiones comerciales”. La historia de Freyre es muy particular y poco conocida. Nacida en Galicia se afinca en Salta y durante las largas ausencias de su marido quedaba como “dueña absoluta” de todos los negocios e intereses, quien además mantenía su casa sin necesitar de las asistencias de su marido.

Aparecen también en este grupo de mujeres que sobresalieron a su época, y de las cuales hoy tenemos registros, figuras como Macacha, hermana del General Martín Miguel de Güemes, quien colaboró activamente en la política de Salta durante el proceso de la guerra de independencia pero también en los años posteriores.

Macacha Güemes

Otro caso paradigmático es el de Magdalena de Goyechea, quien fue de gran apoyo para su hijo, el General Guemes. Ella inclusive, una vez asesinado el el líder salteño, siguió apoyando con donaciones al ejército gaucho. También intervino políticamente junto a su hija Macacha para retornar a las ideas guemesianas.

“Últimamente también se volvió sobre la figura de Remedios del Valle, una historia que tiene mucho valor por tratarse de una mujer afro”, comenta la historiadora de la UNSa. Remedios, entre otras tantas acciones, acompañó al Ejército del Norte participando en lo que fue La Batalla de Salta. “Eran mujeres que luchan contra lo establecido y logran manejarse de una manera un poco mas autónoma que las demás”

Seguir revisando la historia

La mirada a contrapelo sobre la historia forma parte de un gran movimiento internacional que incia alrededor de los años '70, al tiempo que se comienza a revisar también la mirada hacia las mujeres.

“Mas que pensar en figuras se empieza a hacer estas preguntas sobre el rol de la mujer. A partir de ahí se inician los estudios sobre este grupo que no estaba presente. Entonces cuando surge esta forma de mirar la historia ya comienza despegada de la historia tradicional. El pensar en las mujeres de la historia es revolucionario, ya no tiene nada que ver con la clásica historia mitrista sino que pensar en ese tema da vuelta todo en sí” remarca Aramendi.

La docente salteña reflexiona hacia el futuro “La apuesta ahora es que surjan nuevas investigaciones sobre otros grupos de mujeres, inclusive de la elite, porque esas figuras pueden explicar la sociedad. Tenemos que apuntar a fomentar este tipo de investigaciones, a que tengan mas apoyo”.

Para la historia clásica la mitad de la sociedad se mantuvo al margen de todo tipo de interés y protagonismo. El borramiento de las “madres de la patria” tuvo que ver con un tiempo y una mirada histórica.

Sin embargo, son muchos los que poco a poco comienzan a correr el velo para mostrar que ellas no fueron un complemento, sino que muchas veces, puede pensarse a la inversa.