El ex golfista Eduardo "Gato" Romero" falleció este domingo a los 67 años, luego de una larga enfermedad, según comunicó de manera oficial la municipalidad de Villa Allende, de la cual era el intendente. Romero había pedido, semanas atrás, una licencia en sus funciones como jefe comunal de la localidad en la que había nacido, debido a sus problemas de salud.
El "Gato", quien supo ganar el Senior US Open en 2008, también tuvo una exitosa trayectoria en el Tour Europeo, donde más se destacó, jugó en el PGA Tour y triunfó en la gira de veteranos de los Estados Unidos.
Entre otros logros ganó el Abierto de la República, llegó a terminar la temporada 2002 en el 19° puesto del ranking mundial y cosechó múltiples premios individuales. En 2015 ganó la intendencia de Villa Allende por el PRO y confirmó su mandato en las elecciones de 2019.
"Con profundo dolor la Municipalidad de Villa Allende informa que a los 67 años acaba de fallecer el intendente Eduardo Romero, para nosotros y el mundo, "El Gato", expresó el municipio cordobés en un comunicado difundido en redes sociales.
Además, se destacó que "Eduardo Romero fue sin lugar a dudas uno de los vecinos más destacados y reconocidos de la ciudad, que nos representó a lo largo y lo ancho del mundo a través de su carrera deportiva como golfista, pero sobre todo como un vecino ilustre, que incluso hace unos años aceptó y se embarcó en su último desafío, ser intendente de la ciudad que lo vio desarrollarse y crecer, como deportista y como persona".
El arco político, pero sobre todo del PRO y Juntos por el Cambio también tuvo palabras de reconocimiento para el "Gato" Romero, quien ganó dos elecciones para la intendencia bajo el ala de ese partido.
En el comunicado oficial, la Municipalidad de Villa Allende indicó: "Con lágrimas en los ojos, hoy despedimos a uno de los más grandes golfistas que tuvo nuestro país y al más importante de nuestra ciudad, despedimos al intendente de la Villa, al padre y esposo, pero sobre todo, despedimos a ese vecino especial de perfil bajo, sencillo y humilde, gran contador de chistes y también serio cuando tenía que serlo.
"A ese Gato carismático y con empatía, al que disfrutaba de comerse un puchero en lo de Seculini pero también con su equipo, en algún restaurante por ahí, al que amaba caminar tranquilo por la ciudad y estar en la compañía de sus perros en la tranquilidad de su hogar. Despedimos a un vecino más que sin embargo quedará por siempre marcado a fuego en nuestra memoria y nuestros corazones", señalaron.