El adolescente de 15 años que asesinó a escopetazos a sus padres y a su hermano de 10 años en Campo de Elche en Alicante, España, confesó haber cometido el crimen. “He matado a papá, a mamá y a mi hermano con una escopeta”, dijo.
El joven admitió a la Policía que había “discutido por las notas” con sus padres, ya que su rendimiento escolar habría bajado en los últimos meses. Como castigo, lo dejaron sin su PlayStation y sin el wifi del teléfono celular.
Los investigadores del crimen señalaron que el adolescente "no muestra remordimiento" por lo que hizo y que narra los hechos de una "manera muy fría". Además, pudieron comprobar que, aunque en la escuela era un niño tímido, en redes sociales tenía mucha actividad y que su juego preferido en la PlayStation es el Fortnite.
El martes pasado, el adolescente habría discutido con su madre, de 52 años, y luego fue a buscar una escopeta, presuntamente propiedad de su padre. La cargó, volvió a la casa y disparó contra su madre en el comedor de la casa y luego contra su hermano de 10 años que habría entrado a la sala alertado por el ruido del arma.
En ese momento, sostuvo la Policía, el padre no estaba en la casa. Pero cuando volvió y abrió la puerta su hijo le habría disparado.
Tras matar a los tres miembros de su familia, trasladó los cadáveres a un galpón que hay junto a la vivienda. Allí los mantuvo tres días hasta que fue descubierto.
Fue una tía -en las primeras versiones trascendió que había sido una vecina- la que fue a la casa del adolescente el viernes pasado porque no tenía noticias de sus familiares. Cuando le preguntó por ellos, el chico respondió que los había matado.
El joven fue detenido y trasladado a la Comisaría, donde confesó en el primer interrogatorio. Pasó la noche en un calabozo habilitado para menores de edad y el domingo fue puesto a disposición judicial. El juez lo envió a un centro de menores, con régimen cerrado.