Familiares y allegados de víctimas de homicidios se movilizaron ayer al Centro de Justicia Penal para exigir el avance de las investigaciones. Entre los casos más resonantes, estuvieron los deudos de Joaquín Pérez, el joven asesinado el 19 de octubre en Arroyito, y de Iván De San Segundo, apuñalado el 7 de enero en la zona del shopping Alto Rosario. "Nos une el dolor", fue la consigna de la jornada.
“Otra vez estamos aquí. Ya no sé cuántas veces estuvimos acá, reclamando lo que nos corresponde como familiares de Joaquín. Queremos que encuentren a los asesinos y que la justicia cumpla con lo que tiene que cumplir: cuidarnos y que encuentren a los culpables para que les aplique todo el peso de la ley con todo rigor”, dijo Leandro Pérez, hermano de Joaquín. El joven señaló que la causa por el crimen de Joaquín “está frenada. Los criminales no se toman vacaciones, pero la Justicia sí, que lleva más de un mes de feria. Si hacemos recuento del asesinato de mi hermano, tenían todo para encontrar a los responsables. Tenían el arma homicida, el auto que habían robado en la puerta de la cochera, las cámaras que los vecinos entregaron espontáneamente. Sin embargo no pudieron encontrar a nadie, ni siquiera pudieron individualizar a las personas que cometieron el hecho”, lamentó.
También le apuntó a los poderes Ejecutivo y Legislativo. “Es la desidia de los tres poderes. El no dictar leyes que nos defiendan a los familiares de las víctimas, para tener un acompañamiento luego de sufrir los hechos. El Poder Judicial por su parte no hace nada al respecto. Estamos tratando de estar en contacto con la Fiscalía y no nos responden. Si no encuentran nada teniendo todas las evidencias, no quiero pensar en los familiares de víctimas que ni siquiera obtuvieron una huella dactilar".
Por su parte, una de las hermanas de Iván de San Segundo, el chico de 18 años que fue apuñalado el 7 enero, dijo que “es necesario estar de pie en estos momentos para que nos den respuestas. Las causas deben avanzar. Necesitamos que los culpables estén donde tienen que estar, que estén presos, y se resuelva este caso. Nuestras fuerzas vienen de algún lado para estar ahora de pie”, dijo Julieta. Y agregó: “Nos dijeron que estaban analizando las cámaras, pero oficialmente no tenemos nada. Las cámaras de las zonas fueron descargadas y analizadas. La moto de mi hermana sigue incautada porque tenían que hacer pericias”.