El Gobierno constituyó el Fondo de Desarrollo Gasífero Argentino (Fondesgas), para la realización de un programa de obras de infraestructura, entre las que figura como prioridad la construcción del gasoducto Presidente Néstor Kirchner, que conectará el área de yacimientos no convencionales de Vaca Muerta, en Neuquén, con diferentes puntos de las provincias de Río Negro, La Pampa, Buenos Aires y Santa Fe. La medida se formalizó a través del decreto de necesidad y urgencia (DNU) 76/2022, publicado este lunes en el Boletín Oficial.
El DNU, que lleva la firma del presidente Alberto Fernández, se complementa con la Resolución 67/2022 de la Secretaría de Energía que declaró al gasoducto "de Interés Público Nacional" y con su publicación se allana el camino para el inicio de los procesos licitatorios de las obras, tarea delegada en la empresa Integración Energética Argentina Sociedad Anónima (Ieasa, ex Enarsa), a la que se le otorgó una concesión de 35 años.
El Fondesgas se constituirá principalmente con los recursos provenientes del aporte de las grandes fortunas y otros fondos de operaciones de crédito, renta o que se asignen anualmente en el Presupuesto Nacional, entre otros.
El gasoducto Presidente Néstor Kirchner es considerado un "componente medular del conjunto de obras destinadas a ampliar la capacidad del sistema de transporte y gas y a optimizar su utilización", debido a que en la actualidad la capacidad de transporte del fluido producido en Vaca Muerta se encuentra al borde de su saturación, lo que además impide un incremento sostenido de la producción de gas en el área.
Además de la necesaria provisión de gas a los usuarios residenciales, industriales y comerciales, la obra tendrá una importancia fundamental desde el punto de vista fiscal y de la balanza comercial energética, en razón de que gran parte de los subsidios económicos se destinan a la importación de combustible, con un precio mucho más caro que el producido localmente.
Al respecto, tanto en los considerandos del DNU como en los de la resolución de Energía se destacó que, una vez finalizada, la obra representará un ahorro al Estado de unos 1.000 millones de dólares por la sustitución de importaciones, con un efecto neto sobre la balanza comercial energética de alrededor de 2.500 millones de dólares por año, "considerando la merma en la importación y el incremento en los volúmenes exportados".
El emprendimiento se conectará con otro gasoducto a construir, el Mercedes-Cardales, y en conjunto permitirán "optimizar las posibilidades de reemplazo de gas natural importado, ya sea proveniente de terminales de regasificación o bien inyectado en cabecera del Gasoducto Norte proveniente del Estado Plurinacional de Bolivia, así como también propenderán a reducir significativamente el consumo de combustibles alternativos al gas natural en la generación eléctrica", se detalló al respecto.