Silvina Vargas asumió en el Ministerio de Desarrollo Social de la provicia en los últimos días de diciembre, luego de que Verónica Figueroa dejara el cargo por el bajo prespuesto asignado a dicha cartera, entre otros motivos. La ex ministra había solicitado más de 3 mil millones de pesos y en el presupuesto solo aprobaron 2 mil millones.

Vargas fue senadora por Cafayate y se desempeñó recientemente como convencional constituyente, tras la convocatoria del Ejecutivo provincial para reformar la Constitución. A menos de dos meses de asumir, tuvo que afrontar la tarea de responder a la situación de emergencia en el norte provincial por los desbordes del río Pilcomayo y el Bermejo, que obligaron a la evacuación de algunas familias. 

Salta/12 dialogó con la funcionaria, quien destacó el trabajo de articulación que vienen desarrollando con los distintas carteras provinciales y con Nación, y sostuvo que la principal problemática de la que debe ocuparse es la situación de las comunidades indígenas, que no sólo se ven afectadas por la ausencia de servicios básicos, como el agua y la luz, sino que lamentan la muerte de niños y niñas a causa de la desnutrición. 

"Con menos de un mes y medio de gestión, puedo decir que realmente estoy en este lugar para hacer que el gobierno esté presente al lado de quienes lo necesitan: en territorio. Ese es el objetivo", afirmó, agregando que sabe cuáles son las necesidades de la provincia, y que por eso, tratará "de estar a la altura de las circunstancias". 

-¿Cuál es el estado en el que encontró al Ministerio?

-La verdad es que cuando asumí la gestión tenía mucho entusiasmo, y lo sigo teniendo, para poner lo mejor en esta gestión. Me encontré con un ministerio marcado por la época y el tiempo climático, porque apenas asumí, me encontré con contingencias de la naturaleza en el norte, donde se desbordó el río (Pilcomayo, y también el Bermejo) y había que solucionar esas emergencias. 

Nos tocó un verano lluvioso, lo que significó que la emergencia se refleje en varios puntos de la provincia. Si bien la parte más afectada es Santa Victoria Este (departamento Rivadavia), con todo lo que es Santa María, Misión La Paz, y zonas aledañas, también hubo otras situaciones, como el alud de Iruya. Entonces me tocó un Ministerio que debía tener capacidad de respuesta para la emergencia.

Creo que respondimos bastante bien, a través de (la Dirección de) Asistencia Crítica, porque se pudo estar en territorio y mostrar que hay un gobierno presente, pero más que nada, contribuir a que las personas en ese momento pudiera ir superando lo emergente.

-Si bien afirma que encontró un Ministerio con capacidad de respuesta, la salida de Verónica Figueroa fue por un tema central de presupuesto, ¿cuál es el estado presupuestario que tiene la cartera hoy?

-Por una cuestión de cómo encaro la vida, la profesión y la gestión, nunca miro para atrás, sino que siempre veo lo que tengo que hacer para adelante. Sé y confío que este presupuesto me va a alcanzar. Las cosas que había que corregir las estamos trabajando con las cuatro secretarías que dependen del Ministerio: la de Asuntos Indígenas, la de Primera Infancia, Niñez y Familia, la de Fortalecimiento Socio Comunitario y la de Políticas Sociales. 

Estamos trabajando en algunos puntos que habían que darle viraje o mejorar, poniéndonos al día si había algunas cuestiones administrativas pendientes. Pero siempre mirando hacia adelante, con el propósito de mejorar la gestión. Esta gestión tiene que tener un tinte de estar en territorio, de tener rapidez en la respuesta cuando se nos necesite. 

-Las problemáticas que se atienden desde su Ministerio provoca que indiscutiblemente sea necesaria una articulación urgente, ¿cómo se trabaja con las otras áreas del gobierno?

-Hay un montón de mesas interministeriales de distintos tipos y se trabaja articuladamente día a día, es lo que el gobernador nos ha pedido: un gobierno que esté presente y dé respuestas. Estamos coordinando con todos los ministerios. Es así que llegado el caso, el primero en estar en una comunidad ante una situación de contingencia y donde sabe que el abordaje que se necesita es con otras áreas del gobierno, inmediatamente se las pide.

Por ejemplo, si estamos con el Plan Unir (de acompañamiento familiar) pero hay una niña que necesita un cobertura del área de salud, se llama y se dice que se la necesita. Tratamos de ir de esa manera.

-Con respecto al Plan Unir, ¿cómo se continúa el trabajo en medio de esta situación de emergencia que pide mayor asistencia a familias indígenas?

-El Plan Unir es una gran fortaleza que tiene la Secretaría de la Niñez porque son los operadores los que están en territorio y nos vienen advirtiendo a todas las áreas sobre lo que sucede. Tenemos actualmente 130 operadores que están acompañando a casi 180 comunidades, (pero) tenemos 400 comunidades originarias que necesitan un acompañamiento de alguna manera. Si bien es una plan nacional, hemos pedido que haya un aumento de operadores para que se puedan contener a más familias. Se ha solicitado y se dio la buena noticia de que sí va a haber un aumento de operadores para este 2022.

Esto no significa que desde la provincia no estemos viendo y no creamos que es sumamente indispensable que esto sea tomado como una política pública. Y que en algún momento sea la provincia la que tenga que asumir este tipo de temas.

-En ese sentido, ¿cómo es el diálogo que mantienen con el gobierno nacional?

-Es un diálogo constante y fluído. Ellos, al igual que nosotros, pretendemos instalarnos en el norte para poder trabajar aunadamente. La verdad es que es constante el acompañaniento.

Un problema de abandono

-En las últimas semanas se dio a conocer el aumento de las muertes de niños y niñas, en su gran mayoría por desnutrición, ¿cuál es el escenario que usted tiene sobre esta problemática?

-Lo que yo veo es que el problema es un problema que viene de muchos años de abandono y de no tener políticas públicas claras y concretas. Valoro muchísimo y sé que este gobierno, que recién asume hace dos años, hizo muchísimo. Por ahí sólo se publican las malas noticias, pero el trabajo que el gobernador (Gustavo) Sáenz exige a todos los que estamos en la función pública, es una trabajo constante, que se esté presente.

La verdad es que soy optimista y sé que esta situación se va a ir revirtiendo porque estamos trabajando en ello, y si bien son pequeñas cosas que vamos poniendo, estamos poniendo cimientos fuertes. Estamos buscando soluciones de infraestructura que antes no se las buscó porque creo que se apuntó mucho al asistencialismo. Que hoy exista el primer Centro de Recuperación Nutricional Infantil de Santa Victoria Este, es una muestra cabal hacia donde vamos como gobierno.

-¿Y cómo planifica que el gobierno provincial se instale con mayor presencia en el norte?

-Hay un equipo que ya está en el territorio. Si hablamos de Asuntos Indígenas, tenemos personal de la Secretaría que está en forma constante en el norte, y son los que van viendo el día a día. Y sería articular el trabajo interministerial desde un lugar específico. No es que no se vaya haciendo, pero si le damos una entidad, si logramos formarlo, va a ser más que eficiente. 

Para dar una idea, desde la Secretaría de la Niñez, tenemos personas en territorio con el Plan Unir, con los  Centros de Primera Infancia (CPI), que hay que aumentarlos. (Durante la semana pasada) tuvimos un zoom (con Nación) para ver los avances en las contrucciones de los CPI, que venían atrasados. 

-Si bien manifiesta esta idea de ir terminando con el asistencialismo, la Secretaría de Asuntos Indígenas está dentro de su cartera, ¿no sería más apropiado que el área de pueblos originarios tuviera entidad propia para tratar de mejor manera la problemática que se atraviesa?

-Dentro de Desarrollo Social hay muchas áreas. Si bien el año pasado se desprendió Adultos Mayores, siempre es una decisión pura y exclusivamente del gobernador para que esto suceda o no. Aún así, trabajamos muy bien con la Secretaría de Asuntos Indígenas. Y hoy, como está dentro del Ministerio, la verdad no veo quejas ni obstáculos. Si es que llega a haber una decisión política de que ello suceda, bueno, así será. Pero hoy por hoy, está dentro del Ministerio (de Desarrollo Social) y estamos trabajando muy bien con Luis Gómez Almaraz.

-Eso no deja de lado que Salta cuenta con una gran diversidad de pueblos indígenas, y que haya constantes pedidos de las comunidades para que se las convoque a la hora de discutir las políticas públicas. La semana pasada se desarrolló una mesa interministerial convocada desde Seguridad y sólo se contó con la presencia de la mujer wichí Octorina Zamora, ¿cómo se aborda este tema?

-Soy una convencida de que deben estar representadas todas las comunidades y la manera más institucional de incorporar esa representatividad es a través del IPPIS (Instituto Provincial de Pueblos Indígenas de Salta), donde están representadas todas las comunidades con sus delegados. Por eso, se le va a hacer la invitación formal desde los tres ministerios (Desarrollo Social, Seguridad e Infraestructura) la semana que viene para que integren esa Mesa. 

Creo que si tenemos que hacer un abordaje de las comunidades originarias y sus problemáticas, de la mejor manera es con la participación de ellos. ¿Quién más que ellos para decirnos cuál es la solución y cuáles son sus problemas sobre todo? Desde mi cartera, ya mantuvimos varias reuniones con el IPPIS y estamos siempre actuando articuladamente.

Un compromiso con las infancias 

-Como responsables del trabajo con las infancias y las adolescencias, ¿cuáles son los lineamientos con los que van a abordarlas?

-Ayer (por el miércoles último) en la reunión con la Secretaría de Niñez de la Nación, le hice saber que desde nuestro Ministerio hay un compromiso para luchar codo a codo para poder hacer cumplir los derechos de los niños y niñas, adolescentes, y sobre todo, de las infancias de las comunidades originarias.

Como Estado tenemos la obligación de velar en la prevención, pero es un tema que nos involucra a todos, como las ONG, la sociedad en su conjunto, y sobre todo, las comunidades originarias. Es una cuestión que nos abarca a todos porque para criticar siempre ponemos al frente al Estado provincial, pero es una cuestión que la vamos a solucionar si realmente trabajamos sin mezquindades y pensando en los niños y niñas. 

Tenemos que reflotar muchas cosas. Por ejemplo, que haya un Centro de Día, puntualmente en Morillo (Coronel Juan Solá), y en otros lugares. Todo esto para hacer valer sus derechos y para prevenir cuestiones como la droga y algunos consumos que están efectando a los niños y niñas. Es una prioridad para nosotros. Hemos hablado con la Asesora de Incapaces (Mirta Lapad) y le hicimos saber que es nuestra disposición hacerlo.

Con el ministro de Salud (Juan José Esteban) también se habló y se articuló. También en esa misma mesa interministerial estaban representantes del Colegio de Psicólogos de Salta, a quienes se les pidió el acompañamiento. Vuelvo a decir que esto nos tiene que involucrar a todos y no podemos quedarnos en la sola crítica a un gobierno, que sabe de la situación, está comprometido y está haciendo cosas. Sabemos que las tenemos que profundizar y a eso vamos. 

-Durante el año pasado, se dieron a conocer casos de acoso y abuso sexual en colegios secundarios de Salta. En las denuncias, les adolescentes manifestaban esta ausencia de escucha, ¿cómo se trabaja específicamente con la adolescencia?

-Creo que hay que ir reforzando. Soy madre, tengo una niña adolescente, sé que es importante el acompañamiento y vamos a trabajar con equipos interdisciplinarios, en capacitaciones, y en el sólo sentido de escucharlos. Creo que eso hace la diferencia. Para esto estamos articulando y pidiendo los recursos humanos para poder ir armando equipos que puedan brindar un correcto abordaje. 

Si bien es algo que nos compete de lleno porque tenemos la Secretaría, también es transversal a otros ministerios como Educación, como el Polo de Mujeres, como la Justicia. Tenemos que abordarlos desde distintos ejes.