A veces, el precio de la fama es muy alto y peligroso y de un camino trazado pueden surgir vericuetos en su recorrido. Esta reflexión sobrevuela constantemente en Noche americana, el primer largometraje del realizador cubano-uruguayo Alejandro Bazzano, conocido por ser uno de los directores de la exitosa serie española La casa de papel.
La ópera prima de este cineasta que tuvo una infancia y juventud nómada entre Chile, Argentina, Cuba y Uruguay y que renunció a estudiar arquitectura en Montevideo para ingresar en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (Cuba), se estrenará este jueves en salas. Noche americana está protagonizada por Florencia Raggi, Alan Daicz, Rafael Ferro, Luis Cao y Sofía Lara. Fue filmada en Montevideo, durante cinco semanas entre noviembre y diciembre de 2020, aunque el director vive en Madrid desde hace veinte años.
Noche americana comienza con una escena en el Aeropuerto de Roma, donde se desata una feroz tormenta. Iván, un músico desconocido de 24 años, recibe la noticia de que su vuelo fue cancelado. Obligado a pasar la noche en un hotel de lujo, descubre que Michelle, una estrella de cine argentina veinte años mayor que él, se encuentra en la misma situación. Todo parece soñado para Iván cuando ella le abre la puerta a una aventura. Pero la tensión crece cuando aparecen el marido y la hija de la actriz. Se destapa la crisis emocional que Michelle ocultaba y dos chantajistas, tan peligrosos como improvisados, quieren aprovecharse de la situación. Todos se ven implicados en un frenético desenlace, capaz de mostrar la sombra de la estrella y el precio que debe pagar, a veces, la fama.
En diálogo telefónico con Página/12, Bazzano cuenta que Noche americana no es un proyecto original suyo sino que se la propusieron. "Originalmente me mandaron el guión. Vivo en Madrid pero como viví y trabajé muchos años en Uruguay, un amigo productor, Juan Lamboglia, tenía este proyecto entre manos y me propuso que lo dirigiera, y me encantó la idea de volver a Uruguay ya que hace veinte años que estoy en España", afirma Bazzano. Originalmente, el guión no era el que rodaron. "Era una comedia romántica sin más y le pregunté a Juan si se podía meter mano a la historia", señala el director.
-Claro, empieza como un cuento de hadas con la noche perfecta y poco a poco se oscurece. ¿La idea fue mostrar cómo pueden cambiar las cosas en la vida de un personaje anónimo?
-Sí. Había varias ideas que iban un poco en la misma dirección. Por un lado, me interesaba trabajar más desde la comedia negra, más que una comedia romántica y nada más. Entonces, la idea era ir dándole vueltas a la historia, transformando algo que efectivamente parecía el sueño del pibe, un chico que no tendría jamás posibilidades de llegar a pasar una noche con una actriz famosa, y que las circunstancias de la vida lo llevan a una situación muy particular. Parecía una noche soñada pero todo se empieza a complicar. La idea de ir cambiando de género era muy atractiva. Se lo propuse a Rodrigo Spagnuolo, el guionista. Teníamos que mantener un poco las condicionantes creadas por el guión original, que sucedía todo en una noche de hotel y con una cantidad de personajes. No podíamos cambiar esa estructura por un tema presupuestario, pero sí podíamos cambiar lo que sucedía en el hotel y la historia de los personajes. Yo tenía claro que quería generar ese giro y poner en acento en el suspenso, en el drama, incluso por momentos en la acción y hasta por momentos es una película de terror. Tengo mucha influencia del cine negro americano y tenía muchas ganas de jugar por esos lados.
-¿En qué te inspiraste para reflexionar sobre la dificultad que atraviesan las celebrities con la exposición?
-Es un tema muy actual. Cada dos por tres estamos recibiendo noticias de eso. Hace poco supimos que se metieron en la cuenta de la actriz Scarlett Johansson. Las noticias que llegan cada dos por tres de algunas celebrities mencionan que se le han “colado” en el móvil o en la computadora. No es solamente la sobreexposición sino la influencia de los medios en nuestra vida, y la posibilidad de abrir toda una cantidad de secretos que todos tenemos si nos roban esa información. En el caso de una estrella, eso se transforma en algo mucho más peligroso porque siempre hay gente muy poderosa o importante alrededor de ellas.
-¿Esta película contraría el refrán que la fama es puro cuento?
-(risas). Para la gente común, todo el tema de la fama es algo muy lejano, muy atrayente. Las personas que están en esa posición son normales, como cualquiera. Y la vida las ha llevado a una posición de fama, o de trascendencia. Hay todo un mito de la vida de los famosos y de su glamour. Y hay un poco de exageración y de cuento.
-¿Cómo fue la experiencia de dirigir La casa de papel?
-Cuando arrancamos, era un proyecto que tenía toda la pinta de ser interesante y que iba a funcionar muy bien, pero ninguno de nosotros era consciente de la repercusión que iba a tener internacionalmente. El trabajo en sí fue uno más, hecho como siempre con muchas ganas, con mucho amor, sobre todo con mucho entusiasmo porque la idea de la serie, las historias, los guiones era muy atractivos y muy estimulantes, así que sin dudas que lo hicimos con muchas ganas. Pero no imaginábamos la repercusión internacional que iba a tener y todo lo que iba a venir después.
-¿Por qué creés que impactó tanto la serie?
-Se dio un cúmulo de cosas que no siempre se dan. Coincidió una muy buena historia con muy buenos guiones, con muy buen elenco, una buena dirección, una buena música, una buena fotografía... Como se dice, se alinearon todos los astros y funcionó. Sin duda, la plataforma es un fenómeno nuevo de consumir series de televisión y La casa de papel era un trabajo perfecto para consumir en plataformas.
-¿Ves un terreno fértil para los cineastas con las series para plataformas?
-Sí, sin lugar a dudas es una fuente de trabajo importantísima, es una manera de llegar a muchísimo más público que el que podés llegar con una película. De hecho, las plataformas no solamente tienen series, tienen películas. O sea que la plataforma es la vía para llegar al gran público de todos los rincones del público. Es algo nuevo del medio audiovisual que tiene cambios constantemente. Así que las plataformas han generado una nueva forma de consumir y sobre todo un alcance inimaginable para todos. Hacés un trabajo que se ve en tu país y se ve en Asia, Africa, Europa… Y es algo que cuando estás rodando no se te ocurre ni pensarlo.