Dos nuevas especies de abejas sin aguijón, fosilizadas en resina de árbol, fueron encontradas en África. Los investigadores señalaron este martes que probablemente "ya están extintas en este momento".
Ambas especies, conocidas como Meliponini, fueron halladas dentro de las resinas, y los investigadores señalaron que el ejemplar más joven data de 2015, mientras que el más antiguo es de hace unos 3 mil años.
El descubrimiento se realizó en los bosques del este de África y los bosques costeros de Madagascar, lugares donde se encuentran los ecosistemas más amenazados del mundo. En estos sitios, más del 90 por ciento de la tierra forestal fue talada y en 2020 se perdieron 241 kilohectáreas de árboles en Madagascar.
"Sin embargo, estas áreas todavía se consideran 'puntos críticos de biodiversidad'", explicó en un comunicado Mónica Solórzano Kraemer, investigadora del estudio, quien agregó que la biodiversidad de estos sitios "era incomparablemente mayor en el pasado: como hemos aprendido de las inclusiones de insectos en resinas fosilizadas, entre otras cosas".
Junto con un equipo de investigadores de España, Estados Unidos y Alemania, Solórzano Kraemer examinó varias de estas resinas de árboles, llamadas "resinas de defaunación" y copales, donde encontraron estas especies.
Entre los 36 especímenes estudiados, los investigadores identificaron tres ya conocidas por la ciencia, y dos especies no descriptas anteriormente: Axestotrigona kitingae sp. nov. y Hypotrigona kleineri sp. nov.
"Hoy, África oriental y el este de Madagascar son paisajes muy fragmentados. Por lo tanto, asumimos que las especies recién descubiertas ya están extintas en este momento", señaló la investigadora. También explicó que las especies de Meliponini "son muy sensibles a los cambios ambientales", ya que esta clases de abejas sociales que viven en colonias "dependen del polen, el néctar y la resina de la flora circundante".
Por esta razón, además de los cambios en el hábitat durante los últimos 150 años en todo el este de África, parece poco probable que estas especies aún sobrevivan.
En su estudio, los investigadores se refieren a una "pérdida oculta" de biodiversidad: la extinción de especies antes de que puedan ser descubiertas y descritas en su entorno natural.
Por último, resaltaron los beneficios de la resina y el copal para conservar los organismos "en condiciones comparativamente buenas. Nos revelan cómo era el mundo de los insectos antes del comienzo del Antropoceno, la edad de influencia humana, y por lo tanto definitivamente debería recibir una mayor atención", según explicó Solórzano Kraemer.
Este es un contenido original realizado por nuestra redacción. Sabemos que valorás la información rigurosa, con una mirada que va más allá de los datos y del bombardeo cotidiano.
Hace 37 años Página|12 asumió un compromiso con el periodismo, lo sostiene y cuenta con vos para renovarlo cada día.