La inflación se ubicó en enero en el 3,9 por ciento, informó el Indec. El dato está en línea con lo que se preveía y define una suba interanual de los precios del orden del 50,7 por ciento. En los alimentos, el alza promedio fue del 4,9 por ciento, bien por encima del índice general. El fuerte encarecimiento de la comida trae consecuencias directas en el empeoramiento del nivel de vida de la población de menores ingresos. En tanto, el rubro que mayor crecimiento mostró fue comunicación, con el 7,5 por ciento, a partir de los incrementos aplicados en servicios de telefonía e internet. También se destacó el encarecimiento de restaurantes y hoteles a partir de los ajustes de precios en temporada de vacaciones de verano.
La suba de los precios en enero es la más alta desde abril del año pasado. Se ubicó, como anticipó el secretario de Comercio, Roberto Feletti, en la línea del dato de diciembre, que anotó un 3,8 por ciento. La inflación anual, del 50,7 por ciento, es el menor valor desde junio del 2021, ya que van desapareciendo de la cuenta las subas explosivas de los últimos meses del 2020. Aun así, se trata de un nivel de inflación que afecta a todo el engranaje macroeconómico y es un fuerte condicionamiento para la mejora de la situación socioeconómica general.
Los datos
En enero, los servicios se encarecieron un 4 por ciento y los bienes, un 3,8 por ciento. El llamado IPC núcleo se ubicó en el 3,3 por ciento. Por fuera de ese grupo, los precios regulados subieron 2,8 por ciento y los estacionales volaron un 9 por ciento.
El rubro de alimentos y bebidas subió un 4,9 por ciento y acumula en doce meses un avance del 50,5 por ciento. El desagregado de categorías muestra una suba del 30,8 por ciento en verduras, tubérculos y legumbres y del 8,6 por ciento en frutas. Aceites grasas y manteca subió un 5 por ciento y aguas minerales y gaseosas, un 3,8. Un escalón menos, pan y cereales subió 2,9 por ciento y leches, un 2,6 por ciento.
A nivel productos, el Indec midió que el tomate redondo subió 82,2 por ciento en el mes, mientras que la lechuga lo hizo en un 51,1 por ciento y el limón, un 30 por ciento. La cebolla subió 11,3 por ciento; la papa, 14,2 y la naranja, 15,2 por ciento. Por otro lado, el pan de mesa subió un 11,8 por ciento y la harina de trigo, 5,7 por ciento. El arroz blanco lo hizo en un 5 por ciento; los fideos, 2,8 por ciento y el aceite, 3 por ciento.
La sal fina subió 3,2 por ciento y la gaseosa base cola, un 3,4 por ciento. El agua sin gas avanzó un 4,7 por ciento; el café molido, 6,2 y la yerba mate avanzó 3,9 por ciento. Entre las carnes, los cortes vacunos quedaron estables, aunque el pollo entero subió 2,6 por ciento y el filet de merluza hizo lo propio con un 9,1 por ciento.
En doce meses, los alimentos acumulan una suba del 52,1 por ciento. Leches y productos lácteos se encarecieron un 62 por ciento en el último año, mientras que verduras, tubérculos y legumbres lo hizo en un 62,4 por ciento. En esa línea también se ubicó café, té yerba y cacao, con el 64,6 por ciento de suba anual.
Por fuera de los alimentos, el rubro de salud subió 4,9 por ciento a raíz del incremento de las cuotas de las prepagas. Para las empresas de medicina privada, el aumento aprobado por el Gobierno para enero fue del 9 por ciento. En el caso de los medicamentos, la suba el mes pasado fue del 3,6 por ciento.
El capítulo que más creció fue comunicación, por el avance de 8,8 por ciento en la telefonía e internet. En el caso de Telecom, el incremento aplicado fue del 13 por ciento. En tanto, por quinto mes consecutivo se observó un incremento sensible en el rubro restaurantes y hoteles, que se ubicó en el segundo lugar de aumentos del mes, con un 5,7 por ciento. En septiembre y octubre, este rubro había sumado 4 por ciento aproximadamente cada mes, en noviembre 5 por ciento y en diciembre 5,9. El incremento en los últimos cinco meses supera el 27 por ciento y 65,8 por ciento interanual.