El repunte de 2021 para el sector industrial fue de lo mejor en años, incluso superando los niveles de prepandemia. El anual fue de 15,8%, cortando así tres años seguidos de caída. Mejor aún fueron los datos acumulados de los últimos años que compartió el INDEC. Frente a 2019, la mejoría fue del 7,1% y un 0,3% en la comparación con 2018, demostrando un crecimiento real y el fracaso de la gestión de Mauricio Macri en la materia.
Otro dato que confirma el crecimiento es el Índice de Producción Industrial (IPI) que se incrementó en el último mes del año pasado un 0,6% en la comparación desestacionalizada frente a noviembre, y un 10,1% interanual, para alcanzar el mejor diciembre en los últimos cinco años. La producción fue un 15,9% superior al mismo mes de 2019 y 17,6% por encima de 2018.
La recuperación para el último mes del año fue generalizada en 15 de los 16 rubros, que produjeron más que en diciembre de 2019. Los mayores crecimientos se verificaron en automotriz (+67,9%), maquinaria y equipos (+47,7%), equipos de transporte (+47%), prendas de vestir, cuero y calzado (+39,4%), y aparatos e instrumentos (+35,9%). El ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas, celebró en sus redes sociales que la producción de maquinaria agrícola fuese la mejor del siglo XXI, la de alimentos la mejor desde 2015 y la de ladrillos con récord histórico.
El empleo en la industria metalúrgica creció en total 18,2% (6% por arriba de los niveles de 2019) y se incrementó un 3,5% durante el 2021, mientras que las automotrices sumaron 2.294 trabajadores a sus plantas entre 2020 y 2021.
En Salta ese crecimiento también se vio reflejado en la industria local, tanto para su producción como en la generación de empleo. Sin embargo, los referentes del sector manifestaron que ese mercado aún es muy acotado y no alcanza para impulsar la economía regional.
La presidenta de la Unión Industrial salteña, Paula Bibini, en diálogo con Salta/12, sostuvo que comparados a los valores de prepandemia “se puede ver un crecimiento en lo que es las líneas de producción”, a la vez que indicó que hay una recuperación lenta en lo que respecta a la demanda laboral. Lamentó que esa situación no se refleje de manera directa en la provincia de Salta “porque pertenecemos a una provincia fundamentalmente agroindustrial”, y que la transición entre la producción primaria y la actividad industrial “es casi nula debido a la falta de nuevas empresas instaladas en la provincia”.
Para Bibini, esa es la principal preocupación de la UIA en Salta, debido a que no hay condiciones y posibilidades para que las empresas decidan instalarse en esta zona del país “con las dificultades de logística, transporte, sumado a la multiplicidad de tributos y la falta de financiamiento existentes”.
Consideró entonces que son necesarias y urgentes medidas de promoción de la industria que incentiven la radicación de capitales en la provincia y no elijan Santa Fe, Córdoba o Buenos Aires por su cercanía con los puertos o los grandes mercados nacionales.
La titular de la UIA en Salta comentó que esta semana se están retomando las reuniones oficiales con los presidentes de las uniones de todo el país, a la vez que a nivel nacional se convocó a una reunión con Kulfas “para volver a entablar el diálogo que tanto se necesita entre el sector público y el privado”. Si bien reconoció que una buena medida presidencial fue la de bajar aportes y contribuciones patronales para la incorporación de nuevos empleados, dijo que “tiene que ir acompañada de muchas otras cuestiones que hoy el norte argentino, debido a las asimetrías territoriales, aún no encuentra”.
Entre las medidas necesarias nombró incentivos fiscales "que entusiasmen al empresario a desarrollar sus proyectos en nuestra provincia”. Tampoco se olvidó de que los Parques Industriales deben “ofrecer condiciones óptimas”, pero “actualmente no hay una política fuerte de estímulo para la radicación de empresas en esos lugares”.
Bibini aceptó que el anuncio y los avances para instalar un puerto seco multimodal en General Güemes fueron un avance, pero “son acciones que solo están referidas al comercio exterior” y “hoy necesitamos promover la industria nacional” para generar valor agregado en el lugar donde se realizan las producciones. “Para eso debe haber políticas públicas enfocadas a que se promueva la industrialización en la región”, esgrimió.
Por último, indicó que el sector del cerámico es uno de los más importantes para Salta por la cantidad de mano de obra local que contrata, así como el de los plásticos en la generación de bolsas e insumos para la industria, junto con el sector cárnico con los frigoríficos de pollos y cerdos “que están trabajando en una etapa de industrialización”, el del tabaco, el vitivinícola y el azucarero, “que está invirtiendo y desarrollando en actividades derivadas del azúcar”.
Tambien sumó otras que producen alimentos como Desde el Sur, en Tartagal, o Salvita Alimentos, “que están trabajando en un proceso de transformación de las materias primas”. En el caso de Salvita cuenta con una planta de producción de bananas “recuperando una producción olvidada en nuestra provincia”.
El representante de Cerámica Salteña, Julio Fazio, coincidió con Bibini en que la industria salteña es “bastante acotada”, aunque aceptó que en el caso del rubro que él integra hubo crecimiento, que generó mayor producción y hasta expansión en su industria, logrando ampliar su planta, incorporando un turno más y por lo tanto incrementando en al menos un 10% la plantilla de personal.
“Las expectativas del sector son buenas, porque venimos en una etapa de crecimiento, pero la duda es hasta dónde es genuino y hasta dónde es producto de un rebote postcovid”, detalló el empresario para quien además de esa etapa de caída durante la pandemia, hay que sumar los cuatro años de macrismo “la situación previa a la llegada del covid, encontró a la industria en muy malos niveles, con 2018 y 2019 como años muy complejos”.
Agregó que muchos de los rubros agroindustriales están por encima de los valores anteriores a la pandemia, lo que indicaría que es parte de un crecimiento genuino. Sin embargo, volvió a sostener que hay muchos factores como el incremento de precios en los insumos, un dólar oficial “planchado”, porque aclaró, “el dólar blue no es real, es marginal, no regula nada y la industria no lo utiliza, y el miedo a que el Banco Central corte el chorro para comprar dólares y entonces se termine la posibilidad de importar, que es necesaria para hacer lo que producimos”.
De todas maneras, Fazio aseguró que no es un fenómeno local, sino que “la inflación se está viviendo en el mundo, con Estados Unidos con un 7,5%, lo que genera aumentos de costos para cualquier tipo de producto”. Y como en todas las crisis, también se generan oportunidades “porque si antes Chile compraba un insumo en China que ahora se volvió carísimo porque el precio del flete se encareció, nos da una oportunidad a nosotros para abastecerlos, por lo que hay que pensar en los mercados regionales y ver dónde están esas oportunidades”, concluyó.
Recientemente la UIA publicó una encuesta en la que señaló que las expectativas para este año son “mixtas”, principalmente en la voluntad de las empresas de encarar inversiones y en las perspectivas para sus negocios. Mientras un 54% de las empresas espera una mejora en su situación económica y de sus inversiones, a nivel macro la situación es menos optimista, y sólo una de cada cuatro esperaba una mejora para la situación del país.
Dicho informe señala que la inestabilidad de precios y la incertidumbre macroeconómica se posicionan como los elementos de mayor preocupación en un contexto de desaceleración del crecimiento de los principales socios comerciales y aumento de la inflación mundial, mientras que la falta de insumos y materias primas comienza a generar preocupación.