Cuando el desengaño molesta más que el robo
El estafador de Tinder: la culpa es del amor
Aunque mucho se habló de esta serie donde el cuento del principe azul y toda la parafernalia del amor romántico son campo raso para la estafa de un galancete en apuros -porque el amor salva, ¿o no?-, faltaba esta perspectiva que muestra cómo peor que perder dinero es perder la ilusión de la media naranja (de diamantes, claro).





















