El fiscal federal Federico Zurueta destacó ayer la condición de sobrevivientes de las personas detenidas ilegalmente durante la última dictadura cívico militar que no fueron asesinadas tras recorrer distintas instancias de privación de la libertad y maltratos. Esas víctimas “al día de hoy sobreviven de la mejor manera que pueden, no como deberían vivir, porque lo que sufrieron no se borra”, sostuvo para mostrar la tragedia provocada por el terrorismo estatal, en este caso en la provincia de Jujuy donde se encuentra en la última etapa el debate oral por la conocida como Megacausa Jujuy. En dicha causa se juzga a 23 personas por crímenes cometidos en perjuicio de 120 personas, de las cuales 44 siguen desaparecidas.
La audiencia de ayer estuvo otra vez dedicada al alegato de la fiscalía, la cual seguirá el próximo jueves. Zurueta se refirió a los hechos investigados en la Causa Galeán, una de las 15 acumuladas en este proceso, y que trata sobre las detenciones ilegales a jóvenes vinculados con el Partido Comunista. La mayoría de estos secuestros, concretados entre el 24 de agosto y el 15 de diciembre de 1976, se cometieron en la zona de la Quebrada jujeña del departamento Tumbaya.
Quince son las víctimas de estos hechos. Los hermanos Pedro Pablo Ramos y Santiago Ramos, y Remigio Ángel Guerra, Roberto Pablo Laxi, Santiago José Abán y Nemesio Flores; los también hermanos Crecente Galeán y Paulino Galeán, y Juan Elías Toconás, Rosa Santos Mananí, Manuel Ismael Vivas, Américo Macrobio Vilca, Rosalino Ríos, Juan Vicente Cosentini y Carlos Eulogio Villada. Los seis primeros recuperaron sus libertades después de un tortuoso período de detención. Los demás siguen desaparecidos.
“Todas las víctimas fueron privadas ilegítimamente de la libertad, permanecieron en distintos lugares de alojamiento y fueron sometidas a condiciones absolutamente inhumanas, a tratos absolutamente denigrantes, a tormentos”, aseguró el fiscal. Todos "fueron arrebatados de sus familias, de sus seres queridos”, de manera ilegal, sin saber su condición ni su destino, “estaban en manos de delincuentes”, trasladados también ilegalmente, “se encontraban sujetos a la discrecionalidad de sus captores”, que “no eran delincuentes comunes, sino funcionarios públicos”, agregó.
El fiscal destacó la persecución que se desató sobre estas personas, calificadas en los informes de inteligencia de la DIPBA (Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires) como "delicuentes subversivas", y añadió que en algunos casos, como los de Cosentini y Villada, fueron sometidos a un "espionaje político e ideológico" incluso desde 1958.
Círculo represivo
El alegato fiscal describió que en estas detenciones hubo un "círculo represivo similar". Las víctimas fueron alojadas primero en sedes policiales de las localidades de Volcán y Humahuaca, comprendidas en jurisdicción de la Unidad Regional N° 3 de la Policía de Jujuy. Luego fueron llevadas al Comando Radioeléctrico de la Central de Policía en San Salvador de Jujuy y más tarde, al penal de Villa Gorriti donde fueron alojadas en celdas individuales en el Pabellón N° 3. Desde ese lugar algunos fueron liberados y otros, asesinados.
Como parte de ese proceder ilegal del poder de facto, el fiscal destacó que el 29 de diciembre de 1976 la dictadura dictó el decreto 3468, por el que dispuso el arresto a disposición del PEN (Poder Ejecutivo Nacional) de Pedro y Santiago Ramos, Laxi, Mamaní, Guerra, Abán y Flores. En todos los casos el decreto se dictó cuando llevaban casi dos meses o más de detención.
Zurueta expuso los casos por orden cronológico:
-Paulino Galeán (24) fue detenido el 24 de agosto de 1976. Personas de civil que se presentaron como policías ingresaron a su vivienda, en el barrio Chijra de San Salvador. Lo llevaron al Comando Radioeléctrico y luego al penal. El 20 de septiembre de 1976 fue liberado por orden del coronel Néstor Carlos Bulacios, que era jefe del Área 323. Pero el 19 de octubre de 1976 fue detenido otra vez, por personas de civil que pertenecían a la Policía Federal, entre ellos Jorge Ernesto Mendoza (ya condenado). Lo llevaron a Volcán, Humahuaca, al Comando y el penal de Villa Gorriti, de donde fue sacado el 15 de diciembre de 1976 y fue desaparecido.
-Juan Toconás (26) fue detenido el 10 de septiembre de 1976 por policías de la provincia, entre ellos Catalino Soto (ya condenado), que entraron a su casa, en un puesto de la finca Tiraxi Chico. Toconás estaba con su hijita de un año y medio, por eso los policías lo llevaron hasta la casa de su padre, Teódulo Toconás, para dejar la nena a su cuidado, y luego lo llevaron a la comisaría de Volcán, al Comando Radioeléctrico y luego a Gorriti, donde estuvo hasta el 15 de diciembre de 1976, cuando fue desaparecido.
-Crecente Galeán y Pedro Ramos tenían ambos 25 años cuando fueron detenidos, el 14 de octubre de 1976. Crecente fue secuestrado de la casa de su novia, por policías de la provincia. Pedro Ramos fue detenido aparentemente en Tumbaya. Ambos fueron llevados a Volcán y Humahuaca, luego al Comando y al penal de Gorriti, de donde Crecente desapareció el 15 de diciembre de 1976, mientras que Pedro Ramos fue liberado el 12 de abril de 1978, por orden del coronel José María Bernal Soto, jefe del Regimiento de Infantería de Montaña 20 (RIM20), con sede en Jujuy.
-Roberto Laxi, de 27 años, estaba en un bar de Volcán con unos amigos cuando fue detenido por policías, entre el 16 y el 17 de octubre de 1976. Lo golpearon y lo llevaron a la comisaría de Volcán, luego a Humahuaca, a la Central y al penal de Gorriti. Fue liberado el 16 de julio de 1977.
-Manuel Vivas (27) y Rosalino Ríos (20) fueron detenidos el 20 de octubre de 1976. Policías uniformados lo detuvieron en su casa, en el barrio Las Rosas de San Salvador. Fue llevado a Volcán, Humahuaca, al Comando, al penal de Gorriti y el 15 de diciembre de 1976 fue desaparecido. Vivas fue detenido de su casa en el barrio Chijra. Hombres de civil armados ingresaron a la vivienda y lo llevaron a la Central de Policía y al penal de Villa Gorriti, de donde lo sacaron el 15 de diciembre del 76 y lo desaparecieron.
-Rosa Santos Mamaní (25) fue detenido por policías a mediados de octubre de 1976, en su casa de Tumbaya. Estuvo en las comisarías de Volcán y Humahuaca, en el Comando y el penal de Gorriti. Fue trasladado al RIM20 el 18 de julio de 1978 y desde esa fecha desapareció.
-Remigio Guerra (21) fue detenido el día de la madre, un domingo de octubre de 1976, en Tumbaya, en la parada de ómnibus. Fue llevado a Volcán, Humahuaca, la Central y Gorriti. Fue liberado el 14 de julio de 1977.
-Santiago Abán fue detenido por la Policía jujeña el 27 de octubre del 76, en Maimará, cuando estaba en la Escuela Técnica, donde cursaba el secundario. Estuvo en las sedes policiales de Maimará, Tumbaya y Humahuaca. Luego fue llevado a Volcán, de donde junto a Nemesio Flores fue trasladado a la Central. El 14 de julio de 1977 fue liberado.
-Nemesio Flores fue detenido en Volcán entre el 20 y el 27 de octubre de 1976, a los 19 años, por dos personas de civil. Fue interrogado en la comisaría de Volcán y luego llevado a la Central y más tarde al penal de Villa Gorriti, de donde fue liberado el 14 de julio de 1977.
-Santiago Ramos fue detenido a finales de octubre de 1976. Pasó por las sedes policiales de Volcán y Humahuaca, por la Central de Policía y el penal de Gorriti. El 12 de abril de 1978 fue liberado junto con su hermano.
-Américo Vilca (18) fue detenido en octubre de 1976, en Tumbaya. Fue llevado a la Central, y luego al penal, de donde desapareció 24 de noviembre de 1976. Mientras estuvo detenido su padre fue interrogado por el coronel Bulacios, “qué lástima, tan joven”, le dijo en relación a su hijo.
El fiscal presentó por separado las detenciones de Villada y Cosentini. Ambos militaban en el PC. Villada fue detenido en su casa el 24 de noviembre de 1976 por dos personas de civil armadas y "permanece detenido desde esa fecha". Cosentini (46) era secretario del PC, fue detenido el 15 de diciembre de 1976 y está desaparecido desde ese mismo día. Él mismo se presentó en el Comando Radioeléctrico porque había recibido una citación del comisario Ernesto Haig.
Callados, doloridos, asustados
El fiscal subrayó que todas estas personas sufrieron torturas como parte del plan sistemático llevado adelante por las Fuerzas Armadas y civiles que usurparon el poder institucional. “Se trató de un plan absolutamente ideado por un régimen clandestino, ilegal”, afirmó.
Sobre las torturas, citó testimonios de sobrevivientes. Juan Bosco Mechia, que compartió cautiverio con las víctimas de esta causa en la Central de Policía y en el penal de Gorriti, habló de "los muchachos de Tumbaya", como los conocían a los detenidos de la Quebrada. Los recordó "muy callados, doloridos, asustados como estábamos todos, sin saber qué destino nos deparaba, no solamente el destino final, sino esta noche, qué nos pueden preguntar, qué nos pueden hacer”.
Bosco Mechia también contó que "les decían que tenían tres salidas, por la calle Belgrano, que se irían a su casa; otra salida a la cárcel y otra salida a la Policía Federal o al Regimiento con un futuro incierto, ya que sabían que los podían matar.
Y recordó que en el Pabellón 3 no les dejaban tener nada para leer, los “verdugueaban y maltrataban psicológicamente”, en su caso estuvo casi 18 meses encerrado en una celda de 2 x 3. Por día los sacaban un promedio de 10 minutos de sus celdas, en ese tiempo debían higienizarse, ir al baño, algunos días salían 15 minutos al patio, una vez a la semana les daban permiso para bañarse con agua fría. Claro está, esos minutos no alcanzaban para nada, “ni siquiera para hacer sus necesidades fisiológicas”, por eso les daban una lata de 5 litros para que la usaran como inodoro, y una botella de un litro de agua que usaban para tomar y para higienizar.
Abán contó vio que a Toconás y a los Galeán los golpearon, “en general estaban tristes, anímicamente mal, por lo que habían pasado. No sabían lo que querían de ellos”, recordó.
Los falsos traslados
El 15 de diciembre de 1976 en un operativo el Ejército, la Policía de Jujuy y el Servicio Penitenciario, los hermanos Galeán, Toconás, Ríos y Vivas fueron sacados del penal de Villa Gorriti y desaparecidos.
Por los sobrevivientes se sabe que en diciembre del 76 fueron llevados dos veces al aeropuerto de Jujuy, diciéndoles que iban a ser trasladados a Buenos Aires. La primera vez los regresaron a todos al penal, el segundo día subieron a la mayoría en el celular del SP y a Vivas, los Galeán, Toconás y Ríos los subieron a una camioneta. Al llegar al aeropuerto en El Cadillal este vehículo siguió de largo y esa fue la última vez que los vieron.
En el libro de guardia interna N° 10 del Servicio Penitenciario se asentó que a las 8.45 “por orden superior se trasladó a 15 detenidos a disposición del PEN que estaban alojados en el pabellón N° 3, planta baja” y se nombra entre ellos a los cinco desaparecidos ese día y luego no son mencionados en el reingreso.
En la Megacausa Jujuy se investigan hechos cometidos por todas las fuerzas de seguridad que operaron en la provincia en los años de la represión ilegal: Gendarmería, Ejército, Policía local y Servicio Penitenciario. Entre otros hechos, se investiga la represión a trabajadores de Mina El Aguilar y el Ingenio Ledesma. Están siendo juzgados Raúl José Borges Do Canto, Rafael Mariano Braga, Carlos Humberto Cachambe, Osvaldo Héctor Caraballo, Inés Roque Cari, Virgilio Choffi, Raúl Armando Claros, Mario Marcelo Gutiérrez, Juan Carlos Jones Tamayo, Juan De La Cruz Kairuz, José Américo Lescano, Rodolfo Oscar López, Juan Carlos Lucero, Ceferino Narváez, Orlando Ricardo Ortiz, Carlos Raúl Pérez, Pedro Ríos, Hugo Armando Ruiz, Bernardo Salinas y Herminio Zárate.