La Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia citó para el martes próximo a dos viejos conocidos: el exdirector administrativo de Asuntos Jurídicos de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Juan Sebastián de Stefano y al juez de garantías de Avellaneda Luis Carzoglio. En 2018, De Stefano se apersonó en el despacho de Carzoglio para pedirle por la detención de Hugo y Pablo Moyano, según denunció el magistrado.
La del martes será la segunda vez en la que la Bicameral –que preside Leopoldo Moreau– convoca a De Stefano, uno de los personajes más gravitantes de los servicios de inteligencia macristas. El exjefe de Jurídicos había sido llamado en 2020 mientras se investigaba el escándalo que se desató con los Súper Mario Bros y el espionaje a Cristina Fernández de Kirchner en el Instituto Patria. En ese momento, De Stefano rechazó declarar ante los diputados y senadores, pero dejó un escrito. Es probable que De Stefano opte por el silencio nuevamente, ya que este viernes fue llamado a indagatoria en la causa de la “Gestapo” por el juez Ernesto Kreplak.
El 31 de agosto de 2018, De Stefano fue a la oficina de Carzoglio junto con Fernando Di Pasquale, por entonces director de Análisis de la AFI, para interesarse por la detención de los Moyano en una causa en la que se investigaba a la barra de Independiente. El hecho no está controvertido. Todos admiten que sucedió.
El exdirector general Gustavo Arribas lo confirmó en un informe que envió mientras aún ostentaba la jefatura de la AFI al juzgado federal de Ariel Lijo, que investigaba una denuncia de Hugo Moyano sobre un armado que incluía a la AFI y al Ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich en su contra. Entonces Arribas dijo: “Dispuse que dos funcionarios, con competencia específica en la materia se apersonaran en el Tribunal instructor de la causa a efectos de verificar su estado y establecer la posibilidad cierta de que el magistrado actuante eventualmente dispusiera la detención del Sr. Hugo Moyano y, en su caso, cuando ello podría eventualmente ocurrir (…) habida cuenta de las continuas y públicas manifestaciones que se venían realizando desde diversos sectores identificados con el nombrado en el sentido de que, de adoptarse alguna medida judicial privativa de su libertad personal, se adoptarían represalias en modo medidas de fuerza y/o acciones directas con violencia y desmanes de entidad tal que podrían afectar seriamente la paz social y eventualmente la seguridad interior, pudiendo tales circunstancias además generar condiciones propicias para que potencialmente se cometiesen o gestasen delitos atentatorios contra el orden constitucional”.
La versión edulcorada no es la que denunció Carzoglio. El juez dijo que De Stefano le transmitió que Macri estaba obsesionado con la detención de los Moyano y relató que después de la entrevista la AFI le hizo llegar una orden de detención para que procediera contra los Moyano. También por WhatsApp, los entonces funcionarios de la AFI le preguntaban si tenía novedades. El evento terminó con Carzoglio suspendido y sometido a juicio político.
Desde 2017, De Stefano tenía una autorización permanente de Arribas para ser quien interactuara con los jueces. Una investigación de El Destape, en base a las comunicaciones que sostuvo el jefe de Jurídicos de la AFI macrista, demostró que hablaba con jueces y fiscales federales con asiduidad.
De Stefano llegó a ser procesado por la justicia federal de Lomas de Zamora por dos eventos: las escuchas a los presos kirchneristas en Ezeiza y el montaje que armó la AFI para justificar el espionaje sobre CFK en el Instituto Patria. En ambos casos, logró que la Cámara Federal porteña revocara el procesamiento dictado el juez Juan Pablo Augé.
Con la presentación que hizo Cristina Caamaño denunciando la existencia de 105.000 escuchas en la AFI, De Stefano volvió a escena en esa causa que está en manos del juez Marcelo Martínez de Giorgi. De Stefano fue quien, en marzo de 2018, creó un área dentro de la exSIDE para ocuparse de la desgrabación de las escuchas y, de esa forma, se aseguraba el control total de la información que pasaba por manos de los espías. Esas escuchas se almacenaron en la AFI y quedaron disponibles para futuras "operaciones".
De Stefano no solo estaba preocupado por los Moyano, sino también por otros sindicalistas, como Juan Pablo "Pata" Medina. Por ese motivo, el 29 de marzo deberá presentarse ante Kreplak para dar explicaciones sobre la “Gestapo” antisindical.