Dos comisarías atacadas, una mujer asesinada a balazos y un bebé herido en menos de 24 horas marcó ayer un nuevo récord de la violencia urbana en Rosario. A la madrugada, la seccional 12º, de barrio Ludueña, de Casilda y Solís, recibió al menos 10 disparos, mientras un patrullero estacionado en el lugar fue el blanco de otros cinco impactos. No hubo heridos. En la búsqueda de los responsables, se hicieron tres allanamientos que terminaron con siete detenidos y una importante cantidad de armamento secuestrado. La noche anterior, en Urquiza y Magallanes, una mujer de 38 años fue asesinada a balazos y un bebé de 6 meses fue herido. Unas horas después, en la tarde del sábado, la subcomisaría 24°, de Juan José Paso y avenida Sabin, en Empalme Graneros, fue baleada por dos hombres desde una motocicleta negra. Los agentes policiales resultaron ilesos. 

En barrio Ludueña, desde el sábado pasado hubo cuatro muertos y una decena de heridos, entre ellos un chico de 8 años internado en estado delicado. Este espiral violento culminó con el ataque a la seccional 12º, que recibió balazos en el frente, las ventanas con vidrios blindados y un móvil del Comando Radioeléctrico. 

Los dos ataques a seccionales se dieron en moto. En la de Empalme Graneros, dos hombres jóvenes -que fueron vistos por testigos- se desplazaban en una 110 cc color negra, cuando pasaron frente al edificio el acompañante comenzó a disparar. Los efectivos que estaban adentro lograron refugiarse.

En tanto, en Ludueña, dos "gatilleros" a bordo de una motocicleta enduro pasaron a alta velocidad y gatillaron. La camioneta alcanzada por los disparos estaba estacionada frente a la comisaría porque el personal a su cargo se había acercado a entregar un acta de procedimiento de una balacera que ocurrió también durante la madrugada en Felipe Moré al 100 bis. Ese mismo domicilio ya había sido atacado dos veces esta semana.

Tras el ataque contra la seccional 12º, los agentes del Comando Radioeléctrico salieron en persecución de los agresores, que escaparon a máxima velocidad, pero los perdieron a las pocas cuadras. Regresaron a la comisaría, donde en el momento de la balacera había cinco uniformados desempeñando tareas, que resultaron ilesos. Se dio parte a la fiscalía en turno y se iniciaron las tareas de relevamiento de rastros.

Por la mañana, se realizaron tres allanamientos en los que se secuestraron armas, chalecos antibalas y una importante cantidad de municiones de distinto calibre. En los operativos se detuvo a siete sujetos, que quedaron alojados en dependencias de la comisaría baleada. 

En los allanamientos secuestraron armamentos. Foto: Sebastián Granata. 

Por otra parte, el viernes por la noche, una mujer murió y un bebé de 6 meses fue herido en un ataque a balazos. 

Según las primeras informaciones oficiales, alrededor de las 22, desde un vehículo rojo abrieron fuego contra la vivienda ubicada en Urquiza al 6000, en el límite entre los barrios Ludueña y Belgrano. Los disparos alcanzaron a Verónica Natalia Almada, de 38 años, Brisa Denise A., de 22, y su pequeño hijo Joel Tomás A., de 6 meses y trasladados de urgencia para su atención médica.

El personal de guardia del Hospital Carrasco, a donde fueron llegados los heridos, declaró muerta a Verónica A., y practicó curaciones a Denise A., quien recibió impactos de bala en el tórax superior izquierdo y otra en la zona cervical, y al bebé, que tenía signos de haber sufrido el roce de uno de los disparos, y se encontraba en buen estado de salud.

Desde el pasado sábado 12, barrio Ludueña sufre una ola de violencia. Esa tarde, un policía que había sido pasado a disponibilidad y otro hombre que lo acompañaba fueron asesinados desde dos vehículos en Vélez Sarsfield al 5200. Eran Sebastián Eduardo Ibarra, de 37 años, quien habia sido separado de la fuerza dos años atrás, e Iván Nicolás Ferreto, de 23. Un hermano de Ibarra, también policía, había sido asesinado en 2019. En lo que va de este año ya son cuatro las víctimas fatales en ese barrio.