La inflación de 4,9 por ciento en alimentos del mes pasado obliga a hacer un repaso por cada instrumento elaborado para frenarla. A mitad de marzo se cumple un año de la entrada en vigencia de la ley de góndolas, concebida para limitar la concentración de la oferta de las compañías líderes en el sector del consumo masivo, en favor de pequeñas y medianas empresas.
PáginaI12 realizó un análisis en el cumplimiento de la norma y las limitantes que encuentra el Estado para aplicarla: desde su alcance en pocas bocas de expendio hasta encontrar Pymes con capacidad de abastecer a los supermercados.
"La inflación monopólica es la inflación de góndola y la internacional es en los productos frescos", afirmó el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti. La ley de góndolas es un instrumento con el que cuenta el Gobierno para buscar desacelerar la inflación monopólica. Establece topes para la participación de una sola empresa en la góndola y mínimos obligatorios para productos de Pymes y de economía popular. Al ampliar las posibilidades de consumo por fuera de las dos, tres o incluso una marca dominante, la propia competencia permitiría evitar abusos de precios.
Dificultades de aplicación
"Es una ley nueva sin antecedentes ni en Argentina ni en América Latina, salvo Ecuador. Al ser tan nueva también es difícil de implementar", reconoce la subsecretaria de Acciones para la Defensa de las y los Consumidores de la Nación, Liliana Schwindt. En conversación con este diario, los principales actores identificaron cuatro principales dificultades para la aplicación y el consecuente impacto de la ley.
1. Desarrollo de proveedores pyme.
Schwindt identifica la principal dificultad en la limitación de abastecimiento por parte de las Pymes: "Observamos que la mayor dificultad está en encontrar Pymes que cumplan con todos los requisitos que piden los supermercados para convertirse en sus proveedores, que confíen en esa relación históricamente desigual con las grandes cadenas, y que cuenten con la espalda financiera suficiente para esperar sesenta días para recibir el pago".
Diagnosticado el problema, asegura que están trabajando con la Secretaría Pyme del Ministerio de Desarrollo Productivo para desarrollar proveedores Pymes en el marco de esta ley: "La idea es estar en mayo con más presencia en las góndolas", asegura Schwindt. Algunas empresas que comenzaron a abastecer a supermercados son Crudda, pyme de CABA productora de yogur y quesos vegetales que provee a Cencosud, Changomas y Carrefour; y Nuestros Sabores, otra pyme de CABA productora de snacks que provee a Changomas, Carrefour y Cencosud.
Desde el sector Pyme y cooperativo las opiniones son diversas. Fueron los sectores que más apoyo público le dieron a la ley, pero aceptan sus limitaciones: "La ley y normativa se cumple. A las cooperativas, emprendedores y a la economía popular les cuesta abastecer. Por contar con sistemas productivos artesanales, o por no cumplir con diferentes normativas requeridas", explica el presidente de la Confederación Argentina de Trabajadores Cooperativos (Conarcoop), Ramiro Martínez.
Sin embargo, Martínez se muestra optimista: "Estamos en la transición de querer llegar bien a la góndola. Falta un marco general dentro del sector para ajustar cuestiones, pero el impacto en ventas y ingresos no lo estamos viendo aún".
2. Alcance marginal.
"Como premisa, es importante entender que la ley rige para aquellas bocas de expendio que cuenten con una superficie mínima de 800 metros cuadrados de espacio de venta al público. Quedan afuera ya de por sí los super chinos, los Carrefour Express y todo el resto que no cuente con esa superficie mínima de venta de productos que alcanza la ley", explica la exsubsecretaria de Acciones para la Defensa de las y los Consumidores de la Nación, Georgina Pessagno.
De las 2500 bocas de expendio total que hay en Argentina, apenas 652 deben adecuarse a la ley. Son 508 minoristas y 144 mayoristas que deben ofrecer al menos cinco productos de distintas empresas o grupos económicos de las categorías definidas por la Secretaría de Comercio Interior (por ejemplo, leche, cremas de leche, mantecas y margarinas, quesos untables y ricotas) y deben destinar al menos un 25 por ciento de espacio de cada categoría para ser provisto por Pymes y proyectos de economía popular.
3. Las categorías más difíciles.
Una de las mayores complejidades con las que se enfrentó Comercio Interior al reglamentar la ley fue la definición de las categorías. Es decir, cómo agrupar los productos alcanzados para hacerla cumplir. Como regla general, cuanto más amplia sea la categoría más simple es hacer cumplir la ley, aunque también significa menor espacio general para la oferta de Pymes y cooperativas.
Por ejemplo, la resolución estableció 43 categorías entre las que se encuentran leches, crema de leche, mantecas y margarinas, quesos untables y ricotas, y postres lácteos y yogures. En cada una de ellas se deben cumplir los requisitos de la ley arriba mencionados.
Si hubiera solo una categoría que englobara a todas ellas y fuese lácteos, significaría que una gran empresa no puede ofrecer más del 30 por ciento de todos los productos que la conforman, y que al menos un 25 por ciento de todos esos productos deben ser ofrecidos por Pymes y cooperativas. Como esta planteada, el supermercado debe asegurar un 25 por ciento de abastecimiento Pyme en la góndola de leches o de quesos untables, exclusivamente.
El principal criterio de construcción de las categorías de productos por parte de la Secretaría de Comercio fue para garantizar el cumplimiento de la participación de al menos cinco empresas por góndola o categoría. Es decir, se definieron de modo tal que hoy existan al menos cinco proveedores dentro de cada una.
Dicho esto, hay categorías más fáciles y más difíciles. Los más complicados son los panificados e insecticidas porque son categorías específicas. En el caso de los insecticidas, el mercado está muy concentrado. Para los panificados no hay muchos proveedores con escala para abastecer a las grandes cadenas. "También los productos de limpieza y cuidado personal, porque el consumidor está familiarizado con determinadas marcas y no es tan flexible en estos casos", explica Schwindt.
Una de las categorías que mejor funcionó para la ley es la leche, donde proveedoras pequeñas comenzaron a ser reconocidas en góndola. Yatasto es una pymes láctea familiar con sede en Navarro, Provincia de Buenos Aires que, a partir de la incorporación a Precios Cuidados y en el marco de implementación de la Ley de Góndolas, se encuentra trabajando con los supermercados para ingresar a las góndolas como proveedor.
4. El poder de control.
Otra de las complicaciones de la ley tiene que ver con su fiscalización. El proceso es tedioso: los inspectores deben ir con un metro, medir la góndola y establecer qué porcentaje está efectivamente ocupado por tal o cual empresa, comparándolo con los planos que los supermercados presentaron al momento de la reglamentación.
Desde la Secretaría de Comercio Interior aseguran que "no es complicado, los inspectores están capacitados y ya han ido a fiscalizar". Afirman que el principal fiscalizador es las provincias, con lo cual hacer foco en esa gestión es otra de las tareas con las que cuenta por delante para potenciar la ley de góndolas.