Terminó la Fiesta de la Chaya y las evaluaciones en torno al festival más querido de las y los riojanos son múltiples. Este año la apuesta abrió nuevos frentes y escenarios en donde mostrar a los artistas y ampliar el disfrute del público, teniendo en cuenta que el municipio no habilitó las chayas barriales.

Se creó una comisión para la selección de artistas, la Peña Oficial cobró mayor relevancia y la Chaya del Parque continúa convocando con propuestas nacionales. También el Paseo Norte convocó a recorrer el norte argentino con comidas típicas y shows en vivo. En este contexto, algunos artistas se sintieron excluidos de la cartelera del escenario central. De este y otros temas Catamarca/12 charló con el ministro de Turismo y Culturas de La Rioja, Gustavo Luna.

"Desde el Gobierno hacemos una evaluación muy satisfactoria de esta edición, a partir de lo que ha generado la Chaya como producto. Este movimiento ha sido una inyección fundamental a la economía después de dos años de pandemia que golpearon muy fuerte a la cultura y al turismo", había dicho Luna al cierre de la última noche.

La Chaya ya es un producto que convoca a miles de argentinas y argentinos, que más allá del festival, vienen a conocer lo que se vive en la provincia en los 18 departamentos”, aseguró.

¿Cómo funcionaron los espacios alternativos previstos? ¿Tuvieron público?

Hubo una inversión histórica en toda la provincia, esto permitió que con las intervenciones culturales más de 400 artistas sean parte de las propuestas. Se convocó además al Ente Norte Turismo y al Consejo Norte Cultura para robustecer la propuesta turística y cultural muy cerquita del Chayódromo. Esto fue totalmente exitoso y permitió la participación de un amplio público familiar en diferentes horarios.

Los stands de las provincias invitadas ofrecieron propuestas increíbles, esto consolida la intención de llevar adelante un turismo regional, con provincias invitadas como Córdoba, por ejemplo.

La Peña Oficial estuvo todos los días llena, el interior provincial también tuvo sus propuestas. Esto permitió que más trabajadoras y trabajadores de la cultura pudieran tener su espacio durante la Chaya.

Hubo algunas iniciativas referidas a la inclusión y a la perspectiva de género, ¿Cómo es el desafío de adaptar o reconfigurar un festival popular a los nuevos tiempos?

Se ha trabajado muy bien con esta propuesta, creo que es muy innovador que la provincia haya trabajado la oferta de la Chaya con perspectiva de género y de inclusión. Esto no fue algo aislado, sino que es parte de una política que viene trabajando la gestión de Ricardo Quintela desde el inicio.

En todos los escenarios nacionales la diversidad tuvo este año preponderancia, y eso lo incorporaron desde que en 2020 La Rioja lo hizo por primera vez en Fiesta de la Chaya.

¿Cómo funcionó la experiencia de la nueva comisión?

La conformación de la Comisión es un hecho histórico en la Chaya. Fue un desafío, pero creímos que era la mejor manera de comenzar a legitimar la cartelera del escenario, con referentes de la cultura en su selección. Hugo Casas, la Bruja Salguero, Mónica Oyola, son solo algunos de los referentes que la integraron. Son las y los verdaderos conocedores de quienes trabajan en la cultura todo el año, y como corolario tuvieron el reconocimiento de subir al escenario.

A lo largo del Festival surgieron algunos enojos porque se redujo la cartelera local en el escenario mayor, ¿A qué obedeció esta política?

Entiendo que la Comisión lo que quiso fue presentar las propuestas culturales que tienen presencia en el trabajo cultural durante todo el año.

También en este intento de colocar a la Chaya en el radar nacional, se sumaron artistas nacionales, en plena colaboración con Fiestas Argentinas, a través de lo cual el Gobierno nacional ha distribuido generosamente recursos para fomentar el turismo y la cultura. Sabemos que eso trae mucho turismo y movimiento económico en febrero a La Rioja.

Este año se hicieron varios cambios en cuanto al escenario y la disposición en el predio ¿Cómo funcionaron?

Fue el Gobernador el que pidió sobre todo una disposición distinta que le permita a todo el público una mejor visión. En la prepandemia el escenario tenía 36 metros hasta donde estaba el público de entradas populares. Con esta disposición se mejoró la visual. En la próxima edición habrá también palcos gastronómicos

Parece imprescindible concretar un espacio único para la Chaya ¿Cómo va el proyecto?

El Gobernador nos pidió una propuesta a la altura del festival. Por eso la nueva conformación de la Chaya que integramos, vamos a presentar en 60 días propuestas que están trabajando las mejores consultoras de la Argentina. Una de ellas es la que trabajó el estadio Madre de Ciudades y otro espacio muy importante en Córdoba.

¿Cuáles son los errores y cuáles los aciertos que advierten en cuánto a la organización de la última Chaya?

Una vez finalizado el evento comienzan a aflorar los aciertos y los errores en la organización. Por supuesto que cada falencia, por más pequeña que sea, se convierten en tareas a partir de hoy mismo para llegar de la mejor manera al 2023. Cuestiones como la agilidad en los accesos o esta misma crítica hacia la ausencia de algunos artistas en el escenario principal generan algún malestar, pero que ayudan a ir puliendo los procesos.

La disposición del predio, antes del evento, fue mirada con recelo, pero a la luz del éxito que fueron los siete días de Chaya, se convierte ahora en uno de los aciertos que creo que tuvimos desde la organización.