“Hace 39 días que estoy en el calabozo, no sé hasta cuándo voy a aguantar, no sé cuál es el crimen que hice para estar castigado. Pido y ruego a los jueces mi libertad", escribió el referente de la comunidad wichi Barrio Viejo Agustín Santillán, quien está detenido por reclamar los derechos de los pueblos indígenas, al levantar una huelga de hambre de 9 días. Esta es la cuarta carta del dirigente indígena desde la cárcel de Las Lomitas, donde permanece incomunicado, según denunció su mujer. Tampoco es la única advertencia al gobierno de Formosa, que fue denunciado por comunidades originarias, organizaciones sociales y organismos de derechos humanos, entre ellas Amnistía Internacional, por “la creciente criminalización que sufren las comunidades indígenas”.
"Sigo detenido en la Alcaldía de Las Lomitas. No sé hasta cuándo voy a seguir preso. Pido la ayuda de ustedes para seguir difundiendo y pidiendo por mi libertad. Quiero agradecer a los que siempre difunden lo que está pasando con mi detención", señaló Santillán en su misiva, que como las anteriores fue difundida por el sitio La Retaguardia.
"Me meten preso porque quieren ocultar la pobreza, la falta de trabajo. Acá hay mucho racismo. Tengo miedo. No es seguro estar acá. Soy inocente y víctima de la sucia política de (el gobernador de Formosa) Gildo Insfrán”, había escrito en otras de sus cartas recientes.
Tras una serie de incidentes a principios de abril, en reclamo de derechos vulnerados, el juez Marcelo López Picabea emitió orden de detención de 30 hombres y mujeres wichí, muchos de ellos cercanos a Santillán. “Es una cacería de wichís. Algunos hermanos se están escapando al monte”, denunció la organización Resistencia Qom, que acompaña a pueblos originarios de Formosa.
A Santillán se lo acusa de intimidación pública, instigación a cometer delitos, asociación ilícita, robo en banda, amenazas, lesiones, agresión y usurpación. El referente y docente bilingüe tiene abiertas 20 causas penales en su contra, la mayoría de ellas relacionadas con los reclamos que desde hace años sostiene la comunidad Barrio Viejo. Hace menos de diez días, Amnistía Internacional (AI) se pronunció en ese sentido y advirtió que "la experiencia nos demuestra que el uso de causas" por delitos simples "es utilizado como estrategia de intimidación y silenciamiento".
En la carta dirigida a Insfrán, el organismo internacional exigió que “se abstenga de emplear una fuerza desproporcionada y reanude el proceso de diálogo con las comunidades indígenas”. Esa misiva, se sumó al repudio expresado por la detención de Santillán, de Bautista Macedonio, Roberto Frías y otros referentes indígenas, emitido por más de 24 organizaciones indígenas y derechos humanos, entre ellas el Consejo Consultivo y Participativo de los Pueblos Indígenas liderado por Félix Díaz, el Serpaj, la APDH y el Cels.