River se trajo este domingo un espectacular triunfo 2-0 de Rosario, aunque en el reparto de méritos deberá dividir casi mitad por mitad los aciertos propios con los errores de Newell's. De hecho, los goles de Juan Fernando Quintero y Robert Rojas llegaron tras sendas fallas garrafales del arquero Mauricio Arboleda, factor clave para la derrota de su equipo.
El comienzo del partido mostró a un Newell's muy intenso, que salió al campo con la premisa de presionar en todos los sectores para no dejar pensar a River, que no podía hacer correr la pelota con tranquilidad. Cada vez que un jugador visitante recibía el balón en una posición ofensiva, siempre tenía un defensor encima, que no lo dejaba mover. Así, con el juego de sus volantes neutralizado, las opciones que manejaban los dirigidos por Gallardo pasaban por los laterales, que trataban de progresar para asistir a Julián Álvarez, un poco solitario arriba frente a los centrales rosarinos.
Claro que la intensidad de Newell's sólo le alcanzaba para emparejar el desarrollo. No pasaba sobresaltos frente al arco de Arboleda, pero tampoco le generaba demasiado riesgo a Armani. Recién pasada la primera media hora, cuando la dinámica de Newell's comenzó a decaer, River pudo sentirse más cómodo con el desarrollo, con más tenencia de pelota y mayor profundidad. Fue entonces cuando generó la chance más clara del primer tiempo, gracias a un desborde de Barco que Álvarez no pudo resolver, pero el rebote le quedó a Simón, que de media vuelta cruzó un remate que rebotó en el palo izquierdo de Arboleda.
En busca de mayor posesión y claridad, Gallardo mandó a la cancha de Juanfer Quintero, que enseguida mostró su visión para conducir una ataque a fondo. El colombiano trasladó por el medio y asistió a Elías Gómez, que cedió perfecto hacia atrás para la llegada de Enzo Fernández. Con todo el arco a su disposición, el ex volante de Defensa y Justicia acomodó su derechazo a contrapierna de Arboleda, pero el palo derecho le negó el tanto.
A esa altura, River ya era claramente superior y empezó a aprovechar los errores de Newell's para generar ocasiones. Así lo tuvo Quintero, pero le quedó para la derecha y definió afuera. Un rato más tarde fue Barco tras una gran habilitación de Julián Álvarez, pero el tiro con comba le salió al medio. Hasta que aparecieron los regalitos de Arboleda y, en una ráfaga, River liquidó el partido. Primero el arquero se demoró y rechazó corto, algo que Quintero aprovechó para definir con clase con el arco vacío. Y luego, tras un rápido contragolpe, Rojas sacó un remate en apariencia sencillo, pero que el arquero terminó de meter en su arco. Allí se acabo el partido, porque River ya no dejó el control del juego y Newell's no tuvo respuestas tras tantos errores.