En el marco de la emergencia sanitaria que se declaró en enero de 2020 en los departamentos de Rivadavia, San Martín y Orán, el Ejército Argentino se instaló en la zona desde hace más de dos años y medio para colaborar en la tarea humanitaria de proveer agua apta para consumo humano. 

Cumpliendo con el “Operativo Victoria”, el 12 de febrero pasado inició la entrega de 350 tanques de agua (más conocidos en el norte salteño como Tinacos, por la marca comercial) que cuentan con una canilla. Al tanque se suman la entrega de dos bidones y dos jarras. El objetivo es que el agua pueda ser extraída sin ser contaminada y que a la vez las comunidades cuenten con recipientes seguros para el insumo. 

Esta entrega es parte de un total de 900 tanques que dispuso el gobierno nacional y que, según se indicó, fueron cedidos en parte al Ministerio de Desarrollo Social de la provincia. “Hace un par de meses que la provincia se hace cargo de la entrega en otros lugares y nosotros en Santa Victoria Este (SVE, en Rivadavia)”, dijo a Salta/12 el teniente coronel Nahuel Pulleiro, a cargo del Batallón de Ingenieros de Montaña 5.

Por el momento se distribuyeron los primeros tinacos a la zona con el objetivo de llegar a cubrir unas 26 comunidades en esta etapa. Sin embargo, Pulleiro no descartó los obstáculos que en la zona muchas veces generan demora de la entrega, los cuales tienen que ver con las lluvias y la crecida del río Pilcomayo. A esos factores se suma que el padrón de beneficiarios va mutando dado que algunas comunidades se retiran del lugar de origen obligadas por las inundaciones.

El militar detalló que en una comunidad cuando hicieron la nómina de beneficiarios había cierta cantidad de familias pero con la migración obligada por la crecida, cuando llegaron con los camiones, había más personas que las calculadas. Esta situación generó que se racionara a 10 litros diarios el agua por persona.

“Esta agua es solo para tomar”, sostuvo. Señaló que con la entrega de estos tanques se busca reemplazar los recipientes que usan habitualmente en las comunidades para juntar agua ya que no son seguros.

“La gente contaba con los reservorios que pudo conseguir y como podían juntaban el agua”, contó Pulleiro. Aunque en más de una ocasión referentes de las comunidades afirmaron que usaban bidones que antes habían sido usados para envasar agrotóxicos. El militar indicó que en sus recorridas (aclarando que no recorrió aun todo el territorio), no corroboró esta situación. “Pero eso no quiere decir que no suceda así”, añadió.

Indicó que el cronograma establecido dispone que se pueda llegar a las comunidades con el agua dos veces por semana. “Ahora estamos preocupados para conseguir más tanques de agua para la zona de Monte Carmelo y los parajes, ante las afectaciones de las crecidas” y agregó que las personas salen huyendo de las crecidas “con lo puesto”.

El cronograma de entrega de agua también depende de la transitabilidad de los caminos que “no están consolidados”. Como ejemplo, señaló que “en un lugar que se llama El Zapallo, en donde hay como tres comunidades, el lunes no pudimos entrar”. De todas maneras, sostuvo que actualmente los camiones aguateros tienen una capacidad de 20 mil litros para hacer viajes que se puedan aprovechar más dejando mayor cantidad de agua, de manera de poder espaciar las entregas.

Más de 32 millones de litros de agua

Desde diciembre de 2019 el Ejército Argentino puso en marcha la Operación Fotheringham, que asiste a distintas comunidades indígenas dispersas por el Chaco salteño en la obtención, potabilización y distribución de agua segura, además de llevar a cabo la perforación de nuevos pozos.

Desde el año 2020 a la fecha, el Batallón de Ingenieros de Montaña 5 del Ejército Argentino distribuyó más de 32 millones de litros de agua, con más de 100.000 litros semanales entregados las familias de criollos y comunidades originarias de la zona. Hasta hace unos meses, la fuerza tuvo base en Misión Chaqueña y Alto la Sierra, con un despliegue durante casi dos años durante los que abasteció a 107 comunidades.