Once años después de la tremenda represión de la Policía de Río Negro en Bariloche que derivó en los asesinatos de Sergio Cárdenas y el adolescente Nicolás Carrasco, la Corte Suprema de la Nación confirmó las condenas a prisión a cuatro años de cumplimiento efectivo de tres altos funcionarios de Seguridad provincial y tres policías. En el escalón más alto, el exsecretario de Seguridad de Río Negro, Víctor Cufré; su segundo, el entonces jefe de la Policía de Río Negro, Jorge Villanova; el exjefe de la Regional III, Argentino Hermosa; y los escopeteros Víctor Pil, Marcos Epuñán y Víctor Sobarzo. A los tres primeros los condenaron por homicidio culposo, por su responsabilidad en la dirección de la represión. Y a los tres últimos, por homicidio en riña, ya que no se pudo probar quién de los tres fue el autor concreto que provocó la muerte de Cárdenas. Respecto a Carrasco, no se encontraron pruebas para acusar a ningún uniformado por su asesinato. Los seis fueron condenados a 4 años de prisión efectiva.
El 17 de febrero de 2010, en la madrugada, el cabo Sergio Colombil de la Policía de Río Negro dio muerte de un balazo en la nuca a Diego Bonefoi, de 15 años, durante una persecución en una plaza del Alto de Bariloche, una zona donde confluyen varios barrios humildes y marginados de la ciudad.
La tensión se fue cargando durante el día, y finalmente los reclamos estallaron. La represión policial no se hizo esperar. La ciudad fue tomada por la policía, que desplegó un ejército de uniformados con todo tipo de armas.
A la tarde de ese 17 de febrero, además del adolescente Bonefoi, se habían agregado las muertes de Nicolás Carrasco, de 16 años, y Sergio Cárdenas, de 29, que participaban de las protestas contra la violencia policial.
El 2 de junio del 2011, el cabo Colombil fue condenado a 20 años de prisión como autor del homicidio de Bonefoi. Su argumentación fue que la pistola se había caído de su cartuchera por el movimiento durante la persecución, y al golpear en el piso tuvo la mala suerte de perforar de un balazo la nuca del adolescente. La condena señala que no se tomó por cierta su versión.
Respecto a Carrasco y Cárdenas, en otra causa que investigó a responsables de la represión y a quienes jalaron los gatillos, el resultado de los peritajes y testimonios no arrojó resultados sobre la responsabilidad directa en la muerte de Carrasco, pero sí se determinó que tres escopeteros, Víctor Pil, Marcos Epuñan y Víctor Sobarzo, dispararon contra Cárdenas, aunque no se pudo identificar al autor concreto de la muerte.
Por la responsabilidad en la represión fueron juzgados el entonces secretario de Seguridad, Víctor Cufré; el jefe de la policía de Río Negro, Jorge Villanova; y el jefe de la Regional III, Argentino Hermosa. Y a los tres escopeteros se los juzgó por jalar el gatillo. Los tres primeros por homicidio culposo, y los tres segundos por homicidio en riña. El 4 de diciembre de 2018, los seis fueron condenados.
Las condenas a cuatro años, de cumplimiento efectivo, fueron apeladas, pasaron por el Superior Tribunal de Justicia provincial y llegaron hasta la Corte Suprema de la Nación. El máximo tribunal confirmó las condenas, en respuesta a las expectativas de justicia, con un delay de once años que se acumularon en un tortuoso camino a través de los recovecos judiciales y del poder político.
El viernes pasado por la noche, una comisión policial se presentó en la vivienda del exsecretario Cufré, en General Roca, y se lo llevó detenido. También fue detenido, de la misma manera, el entonces jefe de la Policía, Jorge Villanova. El exjefe de la Regional III, Argentino Hermosa, se presentó y quedó detenido. Lo mismo ocurrió con los tres escopeteros.