La actriz estadounidense Courteney Cox brindó una entrevista en la que se sinceró respecto de su obsesión de perseguir la eterna juventud, que la llevó a someterse a numerosos procedimientos estéticos, y reconoció que le costó darse cuenta cuán “extraña” había quedado. Ahora, dijo, aprendió a aceptar el paso del tiempo.
La estrella de la comedia televisiva Friends admitió que inicialmente trató de luchar contra el envejecimiento con todo tipo de tratamientos estéticos, pero finalmente se dio cuenta de que se había vuelto “loca” y ahora está tratando de envejecer con gracia.
“Hubo un momento en que decía: ‘Estoy cambiando. Me veo más vieja. Y traté de perseguir esa juventud durante años”, dijo la actriz de 57 años a la revista Sunday Times Style.
“Y no me di cuenta de que en realidad me veía realmente extraña con inyecciones y haciéndome cosas en la cara que no haría ahora”, añadió Cox, quien además afirmó que advirtió la situación cuando se volvió noticia: “Tenía que parar. Era una locura”.
Si bien la actriz pudo superar su adicción a las intervenciones quirúrgicas, reconoció que le encanta probar todos los productos anti-edad, ya que todavía se presiona mucho a sí misma para verse bien.
“Soy una prostituta de productos. Intentaré cualquier cosa”, aseguró entre risas.
Después de su mala experiencia, la intérprete decidió disolver todos los rellenos faciales y aprender a aceptarse: “No hay duda de que estoy más conectada a tierra, he aprendido mucho en mi vida: qué disfrutar, qué tratar de hacer más y qué dejar ir”.
La estrella de Hollywood también hizo referencia al seguimiento -y en ocasiones la presión y la crítica- constante que, durante años, hizo la prensa sobre el aspecto de las mujeres.
“Envejecer no es fácil, pero Hollywood lo hace más difícil. Creo que tenemos que aceptarlo porque no hay forma de escapar. Crecí pensando que la apariencia era lo más importante, y eso es un poco triste, porque me metí en problemas”, afirmó Cox.
La actriz concedió una extensa y sincera entrevista en el marco del estreno de Shining Vale, una serie de terror en tono de comedia de la que es protagonista. Su personaje es una escritora de novelas eróticas que pasa por una crisis vital, lucha contra la depresión y se muda de Nueva York al campo.
Aunque después de Friends, Cox trabajó en series, películas, vídeos musicales- además de probar como productora y directora-, aquel papel de la divertida, controladora y competitiva cocinera Monica Geller sigue y seguirá marcando su vida.
Casi tres décadas después, afirmó que cada vez que ve un episodio le parece “relevante y divertido”. “Me alegro de que haya sobrevivido a todos estos años y que a la gente le encante. Si dejaran de quererla, sería mucho peor.”
“Fue una parte enorme de mi vida. Llegar a ella fue algo muy afortunado”, recordó.