Defensa y Justicia le ganó 4-3 a San Lorenzo en un apasionante encuentro disputado en el Bajo Flores por la tercera fecha de la Zona A de la Copa de la Liga.
La visita se puso en ventaja con tantos de Walter Bou, Miguel Merentiel, Carlos Rotondi y Francisco Pizzini, el local descontó a través del ingresado Agustín Martegani, Cristian Zapata y Alexis Soto en contra.
El que facturó primero fue el Halcón. Tripichio cedió para Pizzini y éste envió un centro con justeza a la cabeza de Bou, que superó la resistencia de Torrico. El Ciclón estaba tempranamente en desventaja ante su gente y el DT Pedro Troglio masticaba bronca.
Es que San Lorenzo lucía desdibujado y propenso a cometer errores. En eso Merentiel cedió para Rotondi, cuyo disparo salió cerca; luego, tras una gran combinación visitante, el remate de Bou salió arriba del travesaño. El entrenador Sebastián Beccacece lamentaba las oportunidades perdidas.
Antes de la media hora, Bou se puso el rol de armador y habilitó a Rotondi, éste trabó dos veces ante Zapata, el balón le quedó a Merentiel y el uruguayo no perdonó. El 2-0 parcial despertó silbidos en la parcialidad azulgrana.
De vuelta de los vestuarios, el equipo de Troglio insinuó una mejoría. Pero el Halcón le aplicó un mazazo que enmudeció a todo el Bajo Flores: una fenomenal combinación entre Loaiza y Merentiel culminó con la aparición de Rotondi para señalar el tercero.
Cuando el trámite parecía sentenciado, y con más empuje que juego, San Lorenzo logró el descuento con el tanto del chico Martegani.
Y encendió la ilusión cuando el mismo Martegani ejecutó un tiro libre que el colombiano Zapata cabeceó al gol para ponerse a uno de empatar.
El trámite era por demás emotivo, máxime cuando Torrico le atajó un penal a Merentiel luego que el árbitro Leandro Rey Hilfer considerara mano adentro del área del defensor Zapata. San Lorenzo seguía a tiro de igualar.
Sin embargo, la ilusión se derrumbó con el tanto de Pizzini, que pareció sentenciar el pleito, pese al gol en contra de Soto en tiempo adicional.
Fue 4-3 a favor del conjunto de Beccacece, que a ratos parece jugar un fútbol de potrero y no le teme al golpe por golpe. Pese a la derrota, el público de San Lorenzo finalmente despidió con aplausos a su equipo por la entrega.
Siete goles -que incluso pudieron ser algunos más- coronaron un magnífico espectáculo disputado en el Bajo Flores.