En enero, la balanza comercial registró un superávit de 296 millones de dólares, por debajo de los 1068 millones que anotó en el mismo mes de 2021. La reducción del ingreso de dólares por la vía comercial se debió a que las importaciones subieron un 36,6 por ciento interanual, mientras que las exportaciones lo hicieron en un 12,9 por ciento. La diferencia entre la variación de las compras del exterior y las ventas se acentúa todavía más al descartar el efecto precio: las cantidades importadas subieron un 20,5 por ciento, mientras que las cantidades exportadas bajaron 6,3 por ciento.
Con todo, el intercambio comercial, que consiste en la sumatoria entre exportaciones más importaciones, aumentó un 23,3 por ciento en relación con igual mes del año anterior y alcanzó un monto de 10.798 millones de dólares.
Capítulo aparte merece el análisis sobre el costo del transporte internacional, que a causa de la pandemia registró un fuerte aumento. Según el Indec, "en enero de 2022, el valor unitario del flete internacional fue de 156,5 dólares por tonelada, un 121,4 por ciento superior al de igual período de 2021, de 70,7 dólares por toneladas, y 125,2 por ciento superior al de enero de 2020, de 69,5 dólares por toneladas. Este incremento incidió en casi ocho puntos sobre el ascenso del precio de las importaciones valuadas CIF --que incluye el flete--".
En enero, los mayores superávits de comercio correspondieron con Chile (298 millones de dólares), Países Bajos (285 millones), Indonesia (170 millones), Argelia (168 millones) y Perú (137 millones de dólares). En tanto, los déficits más importantes se registraron con China (1135 millones de dólares), Brasil (308 millones), Alemania (127 millones), Tailandia (125 millones) y Estados Unidos (104 millones de dólares).
Las exportaciones
Las exportaciones de productos primarios se incrementaron un 79,6 por ciento, gracias a mejora tanto en las cantidades (43,5 por ciento), como en los precios (25 por ciento). En total, este segmento sumó 1927 millones de dólares. Se destacaron los envíos de trigo, que mejoraron anualmente en 502 millones de dólares; maíz en grano y cebada en grano.
En el caso de las manufacturas de origen industrial, se detectó una suba anual del 32,2 por ciento gracias al avance de las entregas de productos químicos, en particular de biodiésel y sus mezclas, que creció anualmente en 179 millones de dólares. También mejoraron las ventas de los sectores de materias plásticas y material eléctrico. En total, las manufacturas industriales acumularon en el mes 1341 millones de dólares.
Las manufacturas de origen agropecuario dieron la nota negativa del mes, ya que registraron una baja de 24,2 por ciento a raíz de la merma en los envíos de harina y pellets de soja, que tuvieron una reducción en el año de 443 millones de dólares, y por la merma del aceite de soja en bruto en 238 millones de dólares. En tanto, el segmento de combustibles y energía tuvo una suba del 12,5 por ciento, por las mayores ventas de petróleo.
Globalmente, el sector sojero, primer aportante de divisas a la economía nacional, tuvo un superávit de 1184 millones de dólares, 473 millones de dólares inferior al mismo período del año anterior. En tanto, la diferencia entre ventas y compras del sector automotor tuvo un déficit de 219 millones de dólares, superior al rojo de 143 millones de enero del año pasado, a raíz de las mayores compras de autopartes.
Las importaciones
Todos los usos económicos de las importaciones registraron variaciones positivas, salvo vehículos automotores de pasajeros, que cayeron un 24,7 por ciento. El ingreso de bienes de capital ascendió un 37,7 por ciento y sumó un total de 998 millones de dólares, mientras que los bienes intermedios avanzaron un 46,6 por ciento y acumularon 2076 millones de dólares, por las compras de vacunas y de glifosato.
El capítulo de piezas y accesorios para bienes de capital subió 29,8 por ciento hasta los 966 millones de dólares y combustibles y lubricantes subió 36,5 por ciento y sumó 363 millones de dólares, a causa de las mayores compras de gasóleo. En el caso de los bienes de consumo, el avance anual fue de 36,1 por ciento hasta llegar a los 682 millones de dólares.