Poderosa suena la Orquesta. Poderosa y frontal. Y notable. No podría esperarse otra cosa si entre sus filas aportan el acorazado Federico Ghazarossian al contrabajo; Pelu Romero en voz; y dos ex Fernández Fierro: el bandoneonista Eugenio Soria y el violinista Tomás Quindi, entre ocho integrantes más. La adjetivación, claro, no solo es sospechable a través de los nombres, sino de las piezas concretas que pueblan su epónimo disco debut. Y de otras que le fueron sucediendo. “Conecto con el repertorio”, engancha Federico Terranova, director de la orquesta. “A la hora de elegir los temas no nos fijamos de qué genero son. Las condiciones son que sean en castellano, que se puedan adaptar y en lo posible que nos sean muy viejas”.
Terranova, violinista además, habla de las piezas de ayer y hoy que los Crayones expondrán este miércoles a las 20, en el marco del programa “Música Argentina para el mundo”, organizado por los ministerios de Cultura, y de Turismo y Deportes de la Nación, que se lleva a cabo en el Centro Cultural Kirchner (Sarmiento 151). “También esquivamos los temas muy trillados”, arriesga Terranova, que también militó en la Fierro desde su fundación hasta 2013.
Parte del material que mostrará el combo –en fecha compartida con Quiero 24— tiene nombre y apellido. Una de las infaltables, llamada “Condensación y desplazamiento”, da en el corazón estético y emotivo del grupo: el ritmo. “El eje de nuestra música es que tenga un buen ritmo, porque el yeite del tango es el ritmo, y los Crayones tienen su ritmo. Las notas van y vienen pero lo que nos hace ser distintos es el ritmo, quiero decir”.
Inspirada en las orquestas de Aníbal Troilo y con un nombre que deriva de la intención primera –e incumplida, claro— de armar una banda “tipo Ramones”, pero que se llame Crayones. “Era un chiste, pero al final quedó”, evoca el violinista que encuentra otra manera de identificar al proyecto: entre la vanguardia y la tradición. “Desgraciadamente la vanguardia nos persigue”, ríe. “La verdad es que me encantaría ser más popular, pero siempre sale la vanguardia, aunque la tradición en el tango es una bendición... te ilumina y te hace feliz”.
Corporizados también en la viola de Gustavo Barahona, el piano de Damián Carra, el violín de la brasileña Luiza Anastácio, la voz de Juan Hareback y los fueyes de Matías Juanatey y Mauro Iuvaro, los Crayones pintarán la noche con mitad de temas nuevos, y mitad editados. “Fausto” y “Detrás de los cerros”, entre los últimos. “Si quiere un claro ejemplo de cómo nos apropiamos de una canción, pues aquí está. `Detrás de los cerros` revela nuestro costado romántico a dos voces”, revela Terranova, en referencia a los aportes de Romero y Hareback. “Ahora estamos pensando en grabar el próximo disco. Empezamos en 2018 siendo siete músicos, ahora somos doce, y todos estamos muy copados, con ganas de tocar y grabar”, completa.