El ex juez Rodolfo Herrera, quien intervino en el proceso de quiebra del club Ferro Carril Oeste fue condenado a tres años de prisión en suspenso e inhabilitación absoluta perpetua por los delitos de "cohecho calificado en grado de tentativa, negociaciones incompatibles en el ejercicio de la función pública, administración fraudulenta y enriquecimiento ilícito".
Herrera, que ejercía en el fuero Comercial, fue destituido de su cargo en 2005 a partir de haberse involucrado en el club de Caballito “con el propósito de obtener -para sí y para terceros- un beneficio patrimonial ilegítimo”.
Esta vez, mediante juicio abreviado, la jueza del Tribunal Oral número 15 Virginia Sansone homologó el acuerdo al que llegaron la defensora oficial del ex juez, Norma Bouyssou, y el fiscal Ignacio Mahiques.
Herrera era el único caso pendiente de una docena de imputados para quienes en septiembre de 2012, el fiscal de instrucción Marcelo Munilla Lacasa había pedido el juicio oral. En la causa se investigaron supuestas maniobras irregulares vinculadas con el gerenciamiento del fútbol y otras actividades sociales y deportivas de Ferro y la venta de tierras del club para la construcción de un shopping.
Herrera fue denunciado en diciembre de 2002 luego de que una cámara oculta de Telenoche Investiga lo mostrara gestionando la venta del predio del club a cambio de un soborno, mediante una falsa licitación, para que en ese espacio se construyera un centro de compras.
Según el fallo, Herrera fue condenado por "haber abusado de sus atribuciones funcionales al inmiscuirse personalmente en la administración de Ferro, en cuyas contrataciones se interesó directamente, desplazando en los hechos al órgano fiduciario encargado de la administración, cuyos integrantes designó entre personas de su confianza, con el propósito de obtener -para sí y para terceros- un beneficio patrimonial ilegítimo, cuyo alcance no ha podido determinarse".
Entre las actividades que menciona el fallo están el intento de venta de las tierras del club y la venta de dos futbolistas, Cristian Tula y Eugenio Klein, "al Club Atlético River Plate, perjudicando a la entidad y a sus acreedores".
Herrera no irá a prisión y sólo deberá observar durante el lapso de su condena reglas de conducta como fijar domicilio y someterse a un control periódico de las autoridades judiciales.