El juzgado de paz del partido de Tigre dictó una orden de restricción para la mujer que agredió la semana pasada a la docente María Vanesa Segovia dentro de la escuela 46 de El Talar, por lo que tendrá prohibido acercarse a la maestra, informaron fuentes del ministerio de Educación de la provincia de Buenos Aires, que había solicitado la medida.
La medida afecta a Eliana Cecilia Romero, quien hace una semana agredió física y verbalmente a la maestra de su hijo en un hecho que fue filmado y se hizo viral en las redes sociales.
Tras el episodio, la Justicia de Tigre resolvió imponer sobre Romero la prohibición de acercarse a Segovia “en cualquier lugar en que se encontrase, estableciéndose un perímetro de 150 metros a la redonda del establecimiento educativo E.P. 46 Fray Mamerto Esquiú de la localidad de El Talar”. Además, determinó que la agresora debe “abstenerse de realizar cualquier acto de perturbación, persecución, amenaza o intimidación” contra la maestra “tanto de forma personal o por medios tecnológicos”. La Justicia notificó a Romero que “su hijo deberá ser retirado (del colegio) por cualquiera de las dos personas que figuran como autorizadas”.
El último domingo, el municipio de Tigre presentó una denuncia contra la agresora y solicitó que se le aplique el artículo 74 bis de la Ley provincial Nº 14.898, que establece que los padres de alumnos que agredan a docentes podrán recibir un arresto de hasta 30 días, que se podrá ampliar a 60 días si el hecho ocurre en presencia de los estudiantes. Tras la presentación judicial, Romero fue demorada en la comisaría quinta de El Talar, donde se le notificaron las actuaciones judiciales en su contra.
El ministro de Educación bonaerense, Alejandro Finocchiaro, precisó que “por primera vez se va a aplicar la reforma del Código de Faltas”, que pena con multas y arrestos a quienes agredan a docentes. “El año pasado, la gobernadora impulsó la modificación a una ley para que, más allá de los delitos establecidos en el Código Penal, a través del Código de Contravenciones se pueda castigar las agresiones a trabajadores docentes y no docentes de escuelas con penas de privación de la libertad o con multas”, dijo Finocchiaro.
Romero pidió disculpas por la agresión y atribuyó su reacción a que “no le quisieron entregar” su hijo a dos sobrinos que envió para buscarlo, y dijo que está embarazada y que ese viernes tuvo una pérdida.