"¡Pablo, hay un caballo acá en el negocio y no lo puedo sacar! ¡Ahí se metió otro, están tirando todo!", atinó a decir la empleada de una despensa de Córdoba cuando vio a esos dos "clientes" muy particulares ingresar al local Toda la secuencia fue registrada por las cámaras de seguridad del local.
El insólito y pintoresco episodio ocurrió el martes al mediodía en un almacén del barrio Carrara de Horizonte, a las afueras de la ciudad de Córdoba. Pese a los intentos de Florencia, la empleada, por espantar a los animales con un trapo rejilla y un rociador de alcohol, éstos no solo ingresaron al comercio sino que se comieron una bandeja de cañoncitos de dulce de leche. "Casi me da un infarto", dijo entre risas la mujer ante la prensa.
Todavía no está claro de quién son los animales ni qué les pasó que terminaron deambulando por la calle hasta llegar a la despensa.
“Los caballos no sé realmente de quién son. Seguramente sean de algún vecino, seguramente se han escapado. Nunca supe de quién eran los caballos. Suelen estar sueltos en el frente, en los espacios verdes, comiendo el pasto. Esta vez habían cortado todo entonces calculo que iban por comida”, explicó Florencia.
Y agregó: “Se ve claramente en el video cómo tiran los cañoncitos de dulce de leche y se los comen. Los tira el más grande y después ingresa el otro y se ponen a comer los dos”.
Asimismo la vendedora reconoció que vivió minutos de tensión al no poder controlar a los caballos. “Cuando entró el segundo me fui corriendo para la parte del baño esperando que llegue mi empleador que tampoco podía hacer nada por miedo de que le tire una patada el caballo. Fue una locura”.
“El momento que pasé no se lo deseo a nadie. Sentí nervios, susto...”, recordó Florencia. “Se comieron todos los cañoncitos. Qué picardía que es el negocio, se ve que vendemos muy buenos productos”, concluyó, entre risas, con la queja de que los animales se fueron sin pagar.