Delfín Reynaldo Castedo volvió a hablar ayer en el juicio que se le sigue, acusado de ser el jefe de una organización criminal dedicada al tráfico de estupefacientes y al lavado de activos provenientes de esta actividad. Y habló también por primera vez su hermano, Raúl Amadeo "Hula" Castedo. Ambos reaccionaron a los dichos del único testigo de la jornada, el oficial del Servicio Penitenciario Federal Néstor Rigonatto, quien declaró que recibieron información sobre la preparación de un plan de fuga. 

"Jamás se me pasó por la cabeza escapar", respondió Delfín Castedo. "Jamás en la vida se me cruzó profugarme", insistió antes de asegurar que los dichos del oficial responden a una venganza porque no aceptó entregarle 5 mil dólares que le pedía para permitirle compartir detención con su hermano. 

En 2016 Rigonatto era jefe de Revisión de Seguridad en el Complejo Penitenciario Federal III, ubicado en el departamento Güemes, lugar donde estuvieron detenidos los hermanos Castedo. 

El oficial fue ayer el único testigo del debate. Había sido citado para que contara sobre informes elevados por él advirtiendo sobre la posibilidad de que los hermanos estuvieran preparando un plan de fuga. Interrogado por el fiscal Jorge Viltes Monier, el penitenciario contó que "al principio (los Castedo) era unos detenidos más", pero después les indicaron que prestaran más atención a la seguridad porque estaban involucrados en causas importantes por narcotráfico y ambos habían estado prófugos, por casi diez años en el caso de Delfín

Detalló que en octubre de 2016 recibieron información, de parte de otros internos, sobre la preparación de una fuga que supuestamente se iba a llevar a cabo de noche con apoyo externo. Dijo que entonces trasladaron a Delfín Castedo del área conocida como Funcional 3, que era de tránsito para las personas que recién ingresaban, a la Polimodal, donde estaban los detenidos más peligrosos. Además, por esos días vieron un drone sobrevolando en la zona de noche.  

El oficial dijo que en lo administrativo primero hizo un informe y luego pidió que ambos hermanos fueran llevados a otra provincia, preferentemente a un lugar de mayor seguridad. 

Por otra parte, contó que secuestraron un teléfono celular a Delfín Castedo, añadió que no descarta que pudo haber entrado por un hecho de corrupción de miembros del Servicio Penitenciario, y de hecho recordó que en "una o dos oportunidades" surgió "el ofrecimiento de dinero" de parte del sindicado jefe narco "a cambio de algo"

El fiscal reaccionó pidiendo al Tribunal que envíe las actuaciones a la fiscalía de turno para investigar a Castedo también por este hecho. 

5 mil dólares 

En esta circunstancia, reaccionó el aludido: "Voy a aclarar. Este hombre vino acá a hablar", comenzó desde el penal de Ezeiza, donde fue trasladado junto a su hermano en noviembre de 2019, precisamente por los informes que hablaban del plan de fuga. 

Contó que lo sacaron "de madrugada" del Funcional 3 y lo mandaron "a un pabellón cerrado" con "toda gente peligrosa", personas condenadas, cuando él solo estaba procesado. Aseguró que nunca le secuestraron un teléfono, "nunca una sierra, nada", que su conducta era buena en la cárcel y que el oficial le pidió 5 mil dólares para permitirle compartir la detención con su hermano. "Si vos querés pasar (al Funcional 4, donde estaba Hula) tenés que poner 5 mil dólares", sostuvo que le dijo. 

Enseguida aseguró que "jamás" intentó escapar, cuestionó que en Ezeiza no pueda recibir visitas de sus familiares, dado que está "alejado" de su familia que reside en el norte salteño. "Porque no puse plata me mandaron acá", acusó. 

"Todo esto es una mentira. Abuso institucional se llama. Él mandó pedirme 5 mil dólares para mandarme con mi hermano", insistió. 

En tanto Hula Castedo rompió el silencio para acompañarlo en el reclamo por haberlos distanciado de sus familias y desmentir lo de la coima: "Siempre estuve a derecho". Jamás intenté sobornar a nadie", aseguró. Y sobre el supuesto plan de fuga, hizo notar que su hermano estaba en el otro extremo del penal y se preguntó cómo iban a escapar juntos. "A los celulares los ingresan ellos (los guardias del Servicio Penitenciario", contratacó. 

Contó que cumplió 40 años y destacó que desde que ingresó a la cárcel, en 2016, no tiene ninguna sanción. "He cumplido la ley a rajatabla", sostuvo. Dijo que terminó la secundaria, hizo cursos de oficios y cursó el primer año de Administración de Empresas. "No entiendo por qué nos han cortado el vínculo familiar", lamentó. Dijo que quiere seguir estudiando, quiere seguir en contacto con su familia y poder reinsertarse alguna vez a la sociedad, al tiempo que terminó pidiendo "si se puede hacer un acercamiento familiar".  

El presidente del Tribunal, Federico Díaz, le pasó la posta al defensor de los hermanos, el abogado Mariano Alvarez, al decirle que hablara con sus defendidos e hiciera una presentación sobre este aspecto. Y al fiscal, le dijo que el Tribunal resolverá si envía las actuaciones para investigar la supuesta tentativa de cohecho.