Desde Kiev
Las primeras explosiones en Kiev se sintieron a las 5:10 de la mañana. Media hora antes, Putin había aparecido en la televisión anunciando el ataque:
"Rusia no puede vivir tranquila y segura con la constante amenaza que emana de la actual Ucrania. [...] He ordenado una operación cuyo objetivo es la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania. [...] Cualquier interferencia de terceros países tendrá consecuencias como nunca se han visto".
La noche había sido muy larga. Al atardecer, la mayoría de los ucranianos parecían tener asumido que el ataque era ya inevitable. El anuncio ruso de que cerraba todo el espacio aéreo entre Rusia y Ucrania para los vuelos comerciales parecía una señal evidente de que no había marcha atrás en los planes del Kremlin.
En un intento desesperado, Volodymyr Zelensky, el presidente de Ucrania, salió a la televisión para hablar directamente en idioma ruso a los habitantes del país vecino:
"Sé que vuestro gobierno os dice que nosotros somos nazis. ¿Pero cómo va a ser nazi un país que sacrificó 8 millones de vidas para vencer al nazismo? Mi propio abuelo sirvió en la infantería del Ejército Rojo hasta Berlín".
"Por favor, escuchad la voz de la razón. La gente de Ucrania quiere la paz. El gobierno de Ucrania quiere la paz. Queremos la paz y estamos dispuestos a hacer lo que haga falta para conseguirla. Lo último que necesitamos es una guerra entre nosotros."
Las cadenas de mensajes que circulaban durante la madrugada entre familiares y grupos de amigos en Kiev contenían una sola frase: "Por favor, cuídate".
Al amanecer, mientras el ataque militar entraba en su segunda hora y las sirenas antiaéreas tronaban en Kiev, las conversaciones se volvían más prácticas: "¿Huímos de la ciudad o nos quedamos? ¿Vamos hoy a trabajar? ¿Sabes si hay algún supermercado abierto?"
En la recepción del hotel donde me encuentro, la encargada lloraba desesperada: "El ataque me ha pillado aquí, trabajando sola de noche en este mostrador. Yo quiero estar con mis hijas y abrazarlas. Quiero saber que están bien. ¿Qué va a ser de nosotras?".
*Del diario español Público, especial para Página/12.