Luego de la movilización de tropas rusas sobre Donbass, el Consejo del Atlántico Norte, el máximo órgano de la OTAN, activó su Artículo 4, un dispositivo diplomático que inicia una ronda de reuniones y consultas para la toma de decisiones militares cuando uno de los países miembros se siente amenazado.
Si bien Ucrania, el territorio en cuestión “amenazado”, no es parte de la Alianza atlántica de la que quiso ser miembro, el disparador lo dieron los gobiernos de Estonia, Letonia, Lituania y Eslovaquia, que ya habían anunciado esa intención.
“Hoy hemos mantenido consultas bajo el Artículo 4 del Tratado de Washington. Hemos decidido, de acuerdo con nuestra planificación defensiva para proteger a todos los Aliados, tomar medidas adicionales para fortalecer aún más la disuasión y la defensa en toda la Alianza”, anunció el Consejo del Atlántico Norte a través de un comunicado.
Qué activó el Artículo 4
El Artículo 4 del Tratado de Washington, documento que constituyó la OTAN, indica que los miembros de la Alianza se consultarán cuando, a juicio de cualquiera de ellos, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de alguno de ellos se viera amenazada.
Sobre esta base, la OTAN anticipó que las medidas que se tomarán son “preventivas, proporcionadas y no escalatorias” del conflicto iniciado tras una larga serie de fracasos diplomáticos entre Estados Unidos y Rusia, a través de Europa.
A través de su comunicado, los aliados aseguraron que las acciones de Rusia frente a territorios ucranianos plantean una “grave amenaza” a la seguridad euroatlántica y advirtieron que, por ello, “tendrán consecuencias geoestratégicas”.
Tras esta definición, la OTAN anunció el “despliegue de fuerzas defensivas terrestres y aéreas adicionales en la parte oriental de la Alianza, así como activos marítimos adicionales” para “responder a todas las contingencias”.
Pedido de retirada a Rusia
“Pedimos a Rusia que cese de inmediato su acción militar y retire todas sus fuerzas de y alrededor de Ucrania, respete al completo el Derecho humanitario internacional y permita el acceso y la asistencia humanitarios seguros y libres a todas las personas que lo necesiten”, subrayaron.
El Consejo del Atlántico Norte “condenó en los términos más enérgico posibles el horripilante ataque de Rusia sobre Ucrania, que es totalmente injustificado y no ha sido provocado”.
En este sentido, instó a Rusia “en los términos más enérgicos” a que “se aparte del camino de violencia y agresión que ha elegido”, y apuntó que “los líderes de Rusia deben asumir toda la responsabilidad por las consecuencias de sus acciones”.
“Rusia pagará un precio económico y político muy alto. La OTAN continuará coordinándose estrechamente con las partes interesadas relevantes y otras organizaciones internacionales, incluida la Unión Europea”, dice la declaración.
La OTAN ratificó su apoyo a Ucrania
Paralelamente, el organismo condenó a Bielorrusia por permitir el ataque, ya que desde ese país han entrado algunas de las tropas en Ucrania.
Afirmó que el “ataque” es “una grave violación del Derecho Internacional", constituye “un acto de agresión contra un país independiente y pacífico”, y resaltó su apoyo a la población ucraniana y a su gobierno.
Condenó también la decisión del Kremlin de reconocer la independencia de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk y advirtió de que los aliados “nunca aceptarán este reconocimiento ilegal”.
Los aliados destacaron que es “incuestionable”
su compromiso con el Artículo 5 de la OTAN, según el cual un ataque contra un
país de la Alianza equivale a un ataque contra todos ellos, por lo que es
obligatorio responder. Sin embargo, ese principio no se aplica a Ucrania, que
no forma parte de la OTAN.