El secretario de Energía, Darío Martínez, garantizó que la suba en las boletas de ese servicio y de la luz estará "por debajo de la evolución de los salarios", y aseguró que el gobierno nacional no va a repetir los “tarifazos” de más del mil por ciento que se aplicaron durante la administración de Juntos por el Cambio con Mauricio Macri.
"No queremos repetir el tarifazo que complicó la vida de muchos argentinos ni tampoco tener las tarifas congeladas”, puntualizó el funcionario un día después de que el Gobierno anunciara aumentos en el gas en un promedio del 20 por ciento.
El objetivo, subrayó el funcionario, es “que todos los argentinos vayan recuperando la posibilidad de consumir bienes y servicios” porque así está delineada la “política de un Gobierno que entiende que esto es prioritario".
Martínez ratificó que el ajuste que este año recibirán los usuarios del servicio de gas será de entre 17 y 20 por ciento a partir de marzo, para ser pagados con las boletas de abril. También asegurró que ese será el único ajuste que se aplicará en 2022.
Con las tarifas de electricidad sucederá lo mismo, anticipó y reiteró que el porcentaje de aumento "es el resultado de las audiencias públicas".
"La decisión de cuánto va a impactar en la factura residencial es del 20 por ciento en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), de manera plana. Es la misma decisión que tomamos el año pasado", definió.
Además, dejó claro que “las tarifas no están congeladas” sino que “evolucionan mucho menos que el salario de los trabajadores".
Qué pasará con los subsidios
Con relación a los subsidios, el secretario de Energía comentó que el objetivo es avanzar hacia un “uso más inteligente” de los recursos. “Hay que subsidiar a quienes no pueden afrontar el costo. Es un tema que hay que abordarlo", consideró.
"Si la energía es barata o cara depende de la capacidad de cada sector. En eso el Estado tiene que estar atento a los sectores más vulnerables y a seguir ayudando, porque es lo que corresponde. Queremos recuperar el salario. Es una decisión política que también se tomó el año pasado y no tiene que ver con la discusión con el FMI", evaluó.
Ayer, el Gobierno autorizó oficialmente el miércoles un aumento del 36 por ciento en el ingreso de las empresas distribuidoras y del 60 en el de las transportadoras de gas. Esto se traduce en un incremento de hasta el 20 por ciento promedio en las tarifas para usuarios residenciales y del 15 para pymes.
El ajuste es inferior al reclamo que formularon las empresas en la audiencia pública de mediados de enero último.