En el norte de España, un tribunal desestimó la demanda de una joven de 23 años de Castro Urdiales, comunidad de Cantabria, que les exigía a sus padres el pago de una pensión de alimentos de 330 dólares mensuales. En su sentencia, los magistrados consideraron que la muchacha tenía edad suficiente para buscarse la vida por sí misma. La corte confirmó así la decisión de un Juzgado de Primera Instancia de la localidad que ya había desestimado la demanda de la muchacha. “Ha sido la propia conducta de la recurrente una vez alcanzada la mayoría de edad, conducta jurídicamente calificable como de abandono, vagancia y falta de aprovechamiento, la que la ha colocado en la situación que actualmente ostenta”, consideró el magistrado.