Cuatro futbolistas argentinos permanecen en distintas ciudades de Ucrania a la espera de poder aclarar su situación y saber si van a poder continuar jugando en ese país tras la invasión rusa. Mientras descansaban, Claudio Spinelli (Oleksandria), Francisco Di Franco (Dnipro 1), Gerónimo Poblete (Metalist Kharkiv) y Fabricio Alvarenga (Rukh Vynnyky) tuvieron las primeras noticias de las acciones bélicas. Y aunque fueron rapidamente contenidos por sus equipos, no pudieron ocultar, con el correr de las horas, la creciente angustia que les provoca el estallido de la guerra y la incertidumbre que tienen respecto de su futuro.

Spinelli, que juega en un club ubicado a 300 kilómetros de Kiev, la capital del país invadido, huyó hacia la frontera entre Ucrania y Polonia en una camioneta que el club puso a su disposición y a través de las redes sociales mantiene contacto permanente con su padre, también llamado Claudio. Estoy desde las dos de la mañana hablando con él. Es desesperante la situación. Hasta ayer estaba amargado porque por ahí se suspendía la liga, pero nadie pensaba en la reacción de este demente que decidió atacar el país. Se está escapando, agarró sus pocas cosas del departamento en el que vive y está tratando de escaparse. Está yendo en una ruta hacia Polonia. Es una pesadilla esto. Ya no hay club, no hay nada, está todo en medio de un desborde generalizado” declaró Spinelli padre.

"Me desperté a la madrugada por el estallido de una bomba" declaró por su parte Francisco Di Franco, quien hizo sus divisiones inferiores en Boca y juega en Ucrania desde hace cuatro años. "Fueron dos bombas seguidas. A los cinco minutos nos llamó el staff del equipo para ir directamente a la base del club. Ahí hubo más explosiones, nos resguardamos en un búnker del club. Ahora estamos esperando en un hotel a ver si la Embajada o Cancillería Argentina se comunica con nosotros" señaló Di Franco quien agregó que "hasta ahora nadie se comunicó con nosotros y la cosa se está complicando porque empiezan a cerrar ciudades y no se va a poder cruzar de una ciudad a otra. La frontera más cercana con Polonia es a 12 horas de donde estoy" expresó el jugador.

En el Karpaty Halych, de la tercera división, juegan otros tres argentinos: Iker Scotto, hijo de Darío y salido de Banfield, David Vallejos (exinferiores de San Lorenzo) y Lucas Patanelli, quien tuvo pasos por las divisiones menores de Independiente y Vélez.